La supervivencia y el futuro sector agroalimentario pasan en buena parte por la necesidad de aunar el trabajo y los esfuerzos de las entidades públicas y las privadas y, en vez de ‘hacer la guerra’ cada uno por su cuenta, unir sus actuaciones en beneficio de esta industria y de todos sus componentes.
Algunos de los principales organismos de investigaciónen materia agroalimentaria a escala nacional apuestan desde hace tiempo por esta fórmula que genera sinergias. Entre ellos, destaca la iniciativa impulsada por Cajamar, junto a la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA) y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad.
Estas tres entidades fomentan el denominado ‘Nodo de excelencia científica en agricultura intensiva como factor de competitividad’, una herramienta de debate sobre aspectos relacionados con la importancia de la colaboración y coordinación entre agentes de I+D+i del sistema de innovación almeriense. Recientemente, se han reunido en el Centro de Cultura de Cajamar, con la presencia de una treintena de investigadores procedentes de la Universidad de
Entre los participantes en este encuentro destacaron Andrés Montero Aparicio, coordinador de la Oficina de Proyectos del INIA, que ahondó en la ‘Estrategia europea de colaboración público-privada’, Carlos García Delagado, director técnico del Avanzado de la CTA, y Nathalie Chavrier, responsable técnico de Sector Agroalimentario de la CTA, que abordaron las Oportunidades de colaboración en programas de I+D+i. Las ponencias se orientaron hacia los distintos programas de investigación y los mecanismos de financiación en el seno de la política de I+D europea, incitando a la unión de todos los centros asistentes para poder acceder a ella de forma más fácil.
Posteriormente hubo un coloquio, moderado por Roberto García Torrente, director técnico de Negocio Agroalimentario y Cooperativo de Cajamar, y Gerardo Jiménez Luque, director técnico de la CTA, en el que participaron también los responsables de los distintos centros de investigación, corroborando la necesidad de alcanzar un posicionamiento activo en el nuevo marco de financiación europeo del I+D+i, abordándolo de manera coordinada y con la colaboración de todos los implicados. Según los datos que maneja la CTA, aún queda mucho camino por recorrer para mejorar la competitividad del sector agroalimentar
io almeriense. Uno de los aspectos más importantes es el escaso nivel de productividad media de los invernaderos de la de Almería, así como en el conjunto de España. El rendimiento de los cultivos de tomate españoles está en torno a un 15% del obtenido por países del norte de Europa, entre ellos, Holanda, Reino Unido o Bélgica.Respecto a las tecnologías de los invernaderos, los retos más acuciantes pasan por varias líneas estratégicas. Una de ellas, la agronómica, se centran en la necesidad de ahondar en nuevas variedades, mejoras en la protección y ahondar en el sistema de producción con residuo cero. En materia energética, hay que garantizar un suministro con un precio razonable ajustado al calendario de producción. Hay que optimizar el uso de inputs y outputs (agua, subproductos, etc) y la gestión, utilizando mecanismos de predicción que ayuden a la toma de decisiones.
Fuente: elalmeria.es