Cambio climático: 2017, uno de los años más cálidos de los que se tienen registros

El cambio climático, producto de las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero, ha dejado huella de su paso y continuidad en el planeta. Si bien 2016 fue el año que más aumento de temperatura registró, 2017 presentó mayores marcas sin la presencia del fenómeno de El Niño, lo que puede significar un aumento de las temperaturas a nivel mundial en un futuro.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM), adscrita a la ONU, ha presentado un análisis combinado con los cinco mejores conjuntos de dato climáticos, recogidos de instituciones internacionales. En dicho análisis se llega a la conclusión de que la temperatura media en el mundo aumentó en 1,1° grado Celsius en comparación a la era preindustrial.

La media del aumento de temperatura en 2017 en el mundo fue de 0,46 grados Celsius más en comparación a la media del periodo 1981-2010.

 

“La tendencia de la temperatura a largo plazo es mucho más importante que la temperatura de cada año, y esa tendencia es al alza. De los 18 años más cálidos de los que se tienen datos 17 se han registrado en este siglo, y el grado de calentamiento de los tres últimos años ha sido excepcional. El calor en el Ártico ha sido especialmente intenso, lo que tendrá repercusiones profundas y duraderas en el nivel del mar y en las características meteorológicas de otras partes del mundo”, manifestó el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas.

En 2017, la temperatura media en el mundo superó en aproximadamente 0,46 °C a la media a largo plazo del período 1981-2010 (14,3 °C). La instituciones que se encargan de recoger e interpretar todas las variables posibles con relación al tema climático usan este período de referencia de 30 años para evaluar los promedios y la variabilidad de factores metereológicos, que son importantes para los sectores sensibles al clima, como la gestión del agua, la agricultura, la energía y la salud.

 

La Organización Meteorológica Mundial publicará en marzo su Declaración sobre el estado del clima mundial en 2017. En este informe se dará a conocer una situación completa de la variabilidad y las tendencias de temperatura, los fenómenos de fuerte impacto y los indicadores de largo plazo del cambio climático. La Declaración final también incluirá información que presentarán diversos organismos de las Naciones Unidas sobre los efectos humanos, socioeconómicos y medioambientales del cambio climático, con el fin de establecer una iniciativa encaminada a entregar una reseña más profunda a las instancias decisorias sobre las interacciones entre el tiempo, el clima, el agua y los objetivos mundiales de desarrollo.

En BrioAgro somos conscientes de que dejar un mejor planeta es el legado más grande que podemos dejar a futuras generaciones. Por ello, trabajamos día a día en ofrecer soluciones inteligentes móviles para el agro, contribuyendo a la maximización de recursos y el consiguiente ahorro de agua, energía y recursos que el planeta y los agricultores necesitan.

«El riego inteligente permite optimizar cada litro de agua y un control desde el móvil»

Entrevista publicada en el Diario ABC, sección Economía/Agricultura el lunes 31/07/2017

  • «La aportación de agua al olivar de secano en ciertos momentos es crítica para evitar el estrés hídrico»
  • «Nuestra tecnología permite ahorros de agua que van del 20 al 40%, según el tipo de cultivo»

Fuente ABC: Ver publicación en pdf

José Luis Bustos. Director de BrioAgro Technologies
José Luis Bustos. Director de BrioAgro Technologies
La preocupación por la falta de lluvias y las altas temperaturas de las últimas semanas es común en los agricultores andaluces, que miran también con inquietud el bajo nivel de agua acumulada en algunos embalses. En estas circunstancias, y en plena campaña de riego, la empresa sevillana BrioAgro Technologies apuesta por el riego inteligente, con un nuevo producto ya en el mercado que permite «optimizar cada litro de agua que se emplea en el campo», consiguiendo así «ahorrar en el recurso y aumentar la producción agrícola, pues nuestra tecnología posibilita aportar el agua que necesita en cada momento el cultivo», declara el director general de la firma, José Luis Bustos. Una startup que nació en 2015 en la aceleradora de empresas Impúlsame de Mairena de Alcor (Sevilla) y que lleva dos años consecutivos en la lista de las 50 startups españolas con más futuro.

—¿Cómo usa BrioAgro la tecnología al servicio de la agricultura?
—Tenemos en el mercado dos tipos de productos. Este año hemos empezado a comercializar BrioAgro Aqua, un sistema de riego inteligente por el que se consiguen maximizar los ahorros del recurso y la producción, pues riega de manera automática cuando lo pide el suelo, adaptándose a cualquier cultivo de regadío. Y desde 2015 venimos comercializando BrioAgro Vita, un sistema de monitorización a tiempo real de las condiciones en que evolucionan los cultivos, aportando información fiable medida a través de sensores que permiten al agricultor tener datos contrastados para la toma de decisiones agrícolas. Además, toda esta tecnología se puede manejar desde un dispositivo móvil, tablet o un ordenador, lo que favorece el control de la explotación también desde la distancia.

—¿En qué cultivos agrícolas se está aplicando?
—Empezamos en los invernaderos de Almería, con el cultivo del tomate que produce la SAT Costa de Níjar, monitorizando tanto variables de suelo como de microclima y en función de eso creamos un primer modelo para regar cuando el cultivo lo necesitaba. Después, nos presentamos a un concurso y ganamos una plaza en la aceleradora de empresas de Navarra Orizont, compitiendo con más de cien empresas de todo el mundo del sector agroalimentario. En Navarra conocimos una forma más industrial de hacer agricultura y empezamos a trabajar en el cultivo de hortícolas de la mano de la empresa Florette, que cuenta con una planta de producción en esta comunidad. Durante nuestra estancia en el norte nos apoyamos mucho Estación de Viticultura y Enología de Navarra (Evena), con la que iniciamos un proyecto de un año cuyas conclusiones mostraron que nuestro producto se ajustaba también perfectamente al cultivo del viñedo. Por tanto, nos hemos especializado en cultivos de regadío bajo plástico, hortícolas y leñosos. —¿Entre los leñosos se incluye el olivar, uno de los cultivos que está padeciendo la falta de lluvias?
—Vamos a lanzar una campaña para informar sobre las ventajas del riego inteligente en el cultivo del olivar. Cada año el olivar de secano produce menos, debido a que los años húmedos son excepcionales en nuestro país, por lo que la aportación de agua en determinados momentos es crítica para evitar el estrés hídrico. Por otro lado, las escasas dotaciones de agua de las comunidades de regantes hay que optimizarlas para llegar a esos umbrales mínimos de producción a partir de los cuales el cultivo empieza a ser rentable. En BrioAgro, a través de nuestra tecnología, optimizamos cada litro de agua y todo lo que se aplica lo aprovecha la planta, por lo que no se desperdicia ni agua ni fertilizantes.

Última tecnología


—¿Cómo funciona exactamente esta tecnología?
—El sistema de riego está basado en tecnología de última generación (automatismos, electrónica, comunicaciones y sensores) más información satélite geolocalizada y en Internet. Asimismo, dispone de una App móvil compatible con teléfonos y tablets tanto para el sistema Android como iOS. Lo que hacemos es colocar sensores de alta fiabilidad que recogen datos sobre el cultivo y los envían a Internet. Llegan datos cada 15 minutos tanto de lo que ocurre en la finca y datos meteorológicos a tiempo real, como de previsiones a siete días vista. Estos datos, alojados en la nube, se interpretan cruzando datos agronómicos con nuestro algoritmo. Por último, actuamos de la manera más eficiente con nuestro controlador automatizado. Este controlador de riego sustituye al programador convencional y puede conectarse a cualquier tipo de electroválvula activando de manera automática el riego que se puede manejar por telecontrol desde el teléfono móvil.
—¿Qué inversión debe hacer el agricultor para llevar estos dispositivos a su explotación y qué ahorros puede alcanzar con su uso?
—El paquete para regar en función de criterios objetivos supone un desembolso de unos 1.200 euros, y hay que colocar una unidad de monitorización por zona representativa en la finca. Es decir, no influyen las hectáreas que tenga la finca, sino los tipos de suelo distintos que haya. Así, conseguimos mejorar significativamente el manejo del riego agrícola a la medida de cada tipo de suelo y adaptado al estado del cultivo. Eso le permite al agricultor ahorros que oscilan entre el 20% y el 40% de agua. —¿La empresa ha apostado por exportar esta tecnología a otros países? —Sí. Ya hemos probado en México y hemos visto que nuestros productos se adaptan perfectamente a la agricultura de allí. Este arranque nos ha servido para entender los hándicaps que podemos encontrar fuera. No obstante, no vamos a perder de vista a España. A día de hoy trabajamos en An-
dalucía, Navarra y Castilla y León, sobre todo. Pero queremos seguir creciendo a nivel nacional, no en vano, somos el primer productor mundial de aceite de oliva y el primer exportador de vinos, con una situación de sequía que es casi cíclica.
—¿El agricultor andaluz es receptivo a la introducción de las tecnologías en el campo?
—La falta de relevo generacional en el campo andaluz y el envejecimiento del sector puede suponer un freno a la innovación, salvo que se trate de un perfil muy emprendedor que, en ese caso, no importa la edad. También es más receptivo aquél agricultor que apuesta por una agricultura más industrial, que busca la mejora continua y la mayor eficiencia de sus recursos. No obstante, ahora que estamos en época de cierta alarma por la falta de lluvias, hay un mayor interés por nuestra tecnología.
—¿Qué proyectos futuro tiene la empresa a corto o medio plazo?
—Consolidar nuestros productos e implantar nuestra tecnología en un mayor número de explotaciones. Aparte, estamos adaptando el sistema de riego a la ciudad, para parques y jardines. Tenemos un proyecto en Mairena del Alcor para el riego de 14 sectores con árboles, césped y setos. Nuestra tecnología nació bajo el paraguas de Smart Cities y nos la hemos llevado al campo. Ahora hay que adaptarla a las zonas urbanas, y ya hemos conseguido que nuestros sensores funcionen bajo tierra.

La agricultura en el desierto

Mapa-de-El-SahelUna franja de tres millones de kilómetros cuadrados de aridez se extiende desde el Atlántico al mar Rojo, bañando con sus altas temperaturas las regiones más pobres del planeta. En el Shael, “el cinturón del hambre”, cuando aún la humanidad no se había percatado del cambio climático, ya se sufrían sus consecuencias. Las sequías se tornaban incansables, extremas, y el desierto avanzaba imparable entre sus intestinos a hombros de la deforestación, cuyas llamas avivaba una población creciente que encontraba en la leña el único recurso para cocinar y calentar sus entumecidas extremidades.

Desde la década de los 70 pocos han podido gozar de bonanza en esta tierra olvidada, en aquellos años y durante los 80, varios periodos de hambruna flagelaron los estómagos de Sahel de un extremo al otro cobrándose, sólo en la última sacudida, más de 100.000 vidas.

Yacouba-Sawadogo

Un agricultor burkinés Yacouba Sawadogo, ha conseguido volver fértiles más de tres millones de hectáreas de tierras desérticas. Ha conseguido frenar el imparable avance del desierto en su país usando una técnica de agricultura tradicional denominada «Zaï», aunque adaptándola a los tiempos modernos.
Este método consiste en cavar hoyos de unos veinte centímetros en los que se deposita estiércol y compost al lado de las semillas. Tras tres años de experimentación, este obstinado burkinés se convence de que el «Zaï» puede ser la solución definitiva para parar al desierto.

El estiércol atrae a las termitas, que digieren la materia orgánica liberando más nutrientes para las plantas, y crean una red de galerías que ayuda a que el agua circule bajo la tierra cuando llueve. Asimismo, se extienden en los campos los pierreux cordonés, largas hileras de piedras que retienen y embalsan el agua de la lluvia y evitan la erosión.

Con el tiempo, los resultados fueron cautivando las miradas de los propios habitantes, después las de las autoridades burkinabesas y, finalmente, las de los expertos internacionales de la FAO y el Banco Africano de Desarrollo. Así, el movimiento que inspira este campesino ha plantado millones de árboles en una zona de cientos de hectáreas que ya hace mucho que fue deforestada.

Desde entonces, su ingenio se viene exportando con éxito a otros países de la región, y constituye una prueba de que las soluciones a los problemas residen dentro del propio continente. Una razón práctica, que puede servir de soporte para el discurso afro-optimista sobre el presente y el futuro de la mayoría de países africanos, un discurso que ha desbancado al tradicional afropesimismo, un relato trágico y pesimista sobre África que se inspira en las tesis hegelianas del siglo XIX.

Chris Reij, uno de los mayores expertos mundiales en recuperación de tierras áridas, que trabaja para el Instituto de Recursos Mundiales de Washington y la Universidad Libre de Amsterdam, ha reconocido que “Sawadogo por sí solo ha tenido más impacto en la conservación del suelo y el agua en el Sahel que todos los investigadores nacionales e internacionales combinados”. Mientras que Ali Oudregou, técnico del Ministerio de Agricultura burkinabés, afirma que han “visto los resultados extraordinarios de su sistema, que permite a los campesinos duplicar y hasta triplicar sus cosechas“.

Os dejamos el trailer subtitulado al español de la película documental de la BBC que recoge la increíble historia de Yacouba Sawadogo ‘The Man Who Stopped The Desert’ / ‘El hombre que detuvo el avance del desierto’

 


Fuentes: Airy Domínguez Teruel de greenpcomunicacion | Udare | csaranjuez | Noticias Positivas de ABC


 

Huella Hídrica

La población de los países desarrollados utilizan una gran cantidad de agua para beber, cocinar, lavar y otras actividades sin preocuparse, en su mayoría, del daño que puede causar el uso desmedido de este recurso natural. La huella hídrica se centra en el uso de esta en la producción de bienes tales como alimentos, papel, prendas de algodón, etc.

La huella hídrica es un indicador de uso de agua que tiene en cuenta tanto el uso directo como indirecto por parte de un consumidor o productor. La huella hídrica de un individuo, comunidad o comercio se define como el volumen total de agua dulce que se utiliza para producir los bienes y servicios consumidos por el individuo o comunidad así como los producidos por los comercios.

El interés por la huella hídrica se origina en el reconocimiento de que los impactos humanos en los sistemas hídricos pueden estar relacionados, en ultima instancia, al consumo humano y que temas como la escasez o contaminación del agua pueden ser mejor entendidos y gestionados considerando la producción y cadenas de distribución en su totalidad.
Fue el catedrático Arjen Y. Hoekstra el creador del concepto de la huella hídrica hace relativamente pocos años, cuando se comenzó a preocupar por la relación de los problemas hídricos y la estructura de la economía mundial. Muchos países han externalizado significativamente su huella hídrica al importar bienes de otros lugares donde requieren un alto contenido de agua para su producción. Este hecho genera una importante presión en los recursos hídricos en las regiones exportadoras, donde muy a menudo existe una carencia de mecanismos para una buena gobernanza y conservación de los recursos hídricos. No solo los gobiernos sino que también los consumidores, comercios y la sociedad en general pueden jugar un papel importante para alcanzar una mejor gestión de los recursos hídricos.
Desde BrioAgro queremos que los agricultores sean conscientes de la importancia que tiene disminuir el impacto medioambiental e hídrico que implican nuestras acciones. Por ello, la sensorización y monitorización de los cultivos y campos extensivos o intensivos ayuda al cuidado del uso que se le da a ese recurso natural limitado tan valioso, como es el agua.
Huella Hídrica
Huella Hídrica

La producción agrícola deberá aumentar un 70%

McKinsey señala que para alimentar a 9.000 millones de personas en 2050 deben aumentar la producción agrícola un 70% a través de incentivos estatales e innovación tecnológica en el campo

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Escasez de producción

En el año 2050, el planeta Tierra estará habitado por más de 9.000 millones de personas. Un crecimiento demográfico que requerirá de un 70% más de alimentos de los que hoy produce la población mundial. Además, el aumento de las clases medias a nivel global se traducirá en un aumento de la demanda de carne y otros alimentos ricos en proteínas mientras que, paralelamente, el cambio climático podrá acabar con algunos importantes nichos agrícolas. Una previsión del aumento de la demanda que deberá sumarse al tradicional aumento del precio de algunos productos básicos de la dieta como el trigo y el arroz, que llevan encareciéndose a lo largo del a última década. La volatilidad de los precios de estos productos ha provocado una inestabilidad en los mercados que previsiblemente continuará.

La planificación.

Un difícil panorama descrito por la consultora estratégica McKinsey & Company para la que propone un enfoque de la producción agrícola basado en cuatro ejes:

  1. una producción cultural más eficiente que se aproveche de las tecnologías y prácticas más innovadoras,
  2. un enfoque de comercio e inversión a medida,
  3. el establecimiento de mecanismos de buen funcionamiento en los mercados internos y sus economías
  4. y, por último, la creación de reservas estratégicas de comida y agua en cada país.

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Prácticas innovadoras.

El informe presta una especial atención al empleo de métodos y tecnologías innovadoras combinadas con una planificación y estrategia de producción agrícola destinadas a fortalecer las ventajas competitivas del país. Habría que acompañarlo todo con una política de subsidios, destinados tanto a productores como consumidores, que fomenten la innovación y la compra de verduras del país. Asimismo, la consultora explica que las políticas agrícolas más efectivas son aquellas destinadas a facilitar el desarrollo de una cadena de valor de principio a fin, que permita a las compañías el acceso a financiación barata y unos riesgos compartidos. Por otro lado señala hacia una serie de medidas complementarias, como la correcta planificación de los recursos hídricos y la reducción del consumo de combustibles fósiles, que deberían sumarse a una apuesta por productos internacionalmente competitivos como cítricos, olivas, vegetales y pescados.

Fuentes:
http://www.mckinsey.com/insights/food_agriculture/from_liability_to_opportunity_how_to_build_food_security_and_nourish_growth
http://www.elmundo.es/economia/2015/04/08/55241bdd22601dbb598b456b.html

Optimizar recursos

 Bajo un escenario no sólo de escasez hídrica, energética y de mano de obra, sino que también de mayor dificultad en el acceso a cultivos y cambio en el uso de productos químicos por elementos más naturales y menos nocivos para la salud humana, la agricultura se ha vuelto un campo fértil y muy interesante para innovar y tratar de optimizar recursos.

Es así que son varias las instituciones del país, como la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), la Comisión Nacional de Riego (CNR), el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), universidades y privados, entre otras, las que están apoyando proyectos para cambiar y mejorar los procesos en el agro, de manera de que puedan impulsar su productividad y competitividad.

Existe una necesidad de cambio en el sector. Así lo revela la última encuesta realizada en mayo, sobre perspectivas de la industria para la temporada 2014/2015, de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA). En ella, se señala que se espera que los mercados externos, el dólar y condiciones fito y zoosanitarias se comporten favorablemente en los próximos cuatro años. Sin embargo, los encuestados proyectaron que la disponibilidad de mano de obra, seguridad en los campos y uso y gestión del agua son los aspectos más críticos y complicados para dicho período. De ahí, la importancia de incorporar nuevas tecnologías y sistemas a sus procesos.

Durante los últimos tres años, el FIA ha invertido alrededor de $ 1.250 millones para apoyar iniciativas de innovación en el agricultura. El director ejecutivo de la entidad, Héctor Echeverría, comenta que, además de maquinarias, se están haciendo innovaciones en el área de insumos y procesos. Sin embargo, lo que más se está realizando es la adaptación de tecnologías extranjeras a la realidad local.

Pese a ello, recalca que han surgido empresas nacionales que están desarrollando innovaciones a partir de licenciamientos internacionales, o creaciones totalmente chilenas. Acota que han ayudado a ello, las convocatorias que anualmente realiza la institución, donde se apoyan iniciativas que, además de responder a una problemática local, tienen posibilidades de ser patentadas y comercializadas en el mercado internacional.

Explica que lo importante es que las tecnologías contribuyan a disminuir los costos de producción, aumentar la productividad , optimizar recursos y evitar la accidentabilidad. Como ejemplo del impacto que se genera, menciona la creación de una máquina desbrotadora química selectiva para la industrinvernaderoia vitivinícola, la que está siendo desarrollada por Sargent Agrícola. El sistema preve ahorros de entre un 50% y 60% en el uso de mano de obra para la aplicación de químicos. un nuevo carro facilitador de cosechas de olivo, que reduce los tiempos de cosech
a. O el caso de controladores climáticos para invernaderos capaces de medir las necesidades de agua de las plantas.

En cuanto al uso del recurso hídrico, el secretario ejecutivo de la CNR, Patricio Grez, señala que dentro del presupuesto para este año, que llega a los $56 mil millones para diversos proyectos de riego, cuentan con $ 2.700 millones para iniciativas innovadoras, las cuales están enfocadas en la masificación del uso de Energías Renovables no Convencionales en los sistemas de riego tecnificado y la instalación de equipos o aplicación de procesos que permitan la recuperación de aguas contaminadas con elementos físicos, químicos u orgánicos.

 

 

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