Análisis de la olivicultura moderna y su agroindustria

Para poder analizar la olivicultura moderna, debemos empezar en 1980, donde el olivar tradicional abarcaba 7.5 millones de hectáreas en 23 países, principalmente entre los paralelos 35° y 45° de latitud norte. Hoy, la olivicultura ha evolucionado con olivares intensivos y de alta densidad, representando el 22% y 6%, respectivamente, de las 2.5 millones de hectáreas de olivar en el mundo. Además, el olivar en seto, que surgió en 1995, ocupa casi el 4% de la superficie total de olivar, adaptándose a cambios climáticos y escasez de mano de obra.

La producción de aceite de oliva se ha expandido a más de 66 países, desafiando la idea tradicional de que el olivo termina donde acaba el Mediterráneo. La evolución responde a cambios climáticos y a la disminución de la población rural activa en la agricultura.

El olivar en seto, con 450,000 hectáreas, ha generado una nueva olivicultura de precisión, optimizando recursos y transformando la cultura del olivo. En lugares inusuales como Arabia Saudita, Argentina y China, ha impulsado la demanda global de aceites de oliva, generando almazaras innovadoras que superan a muchas naciones productoras.

Estas almazaras, con capacidades excepcionales, enfrentan desafíos logísticos debido al tamaño de las explotaciones y la corta temporada de cosecha. El resultado es una nueva tipología de almazaras, destacando la importancia del campo en la agroindustria.

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Mostramos a continuación el artículo de opinión publicado en el economista.es el 17 de febrero de 2024 por D. Juan Vilar Hernández, analista oleícola internacional, consultor estratégico, profesor de la UJA y agricultor, bajo el título:

La olivicultura moderna, un condicionante para su agroindustria

En 1980 había en el Planeta del orden de 7,5 millones de hectáreas plantadas de olivar, fundamentalmente tradicional, repartidas en 23 países de los 5 continentes, en su mayor parte de secano, y entre los paralelos 35° y 45° de latitud norte, pues en el hemisferio sur, aunque ya había algún olivar, no se había desarrollado como cultivo económico de relevancia, aunque a posteriori se desenvolvió entre los 35º y los 41º sur. Hoy en día, ha quedado desactualizada la frase del poeta francés George Duhamel «donde el olivo se termina, acaba el Mediterráneo».
De forma gradual, el desarrollo de la olivicultura, con olivares intensivos, en la década de los 60, empieza a desplazar a partir de la segunda mitad de la década de los 80 a olivares tradicionales donde la dotación de agua lo permitía, o a sustituir a cultivos de diferente índole, como cereal, oleaginosas, etc. llegando en la actualidad a suponer en el Planeta 2,5 millones de hectáreas, el 22% del total de la superficie actual de olivar, con entre 300 y 600 árboles por hectárea y con un rango de mecanización superior al tradicional.
En el mismo sentido, durante la década de los 80 surge otra olivicultura más avanzada, en este caso, con algo más de densidad, denominado olivar de alta densidad, con un número de plantas que podría oscilar de entre 600 y 900 por hectárea, mucho más mecanizable. En este caso supone el 6%.
En 1995 y teniendo como origen Finca Valonga, en Huesca, surge otro tipo de olivicultura, el olivar en seto, ostentando en la actualidad casi el 4% del total de la superficie de olivar del mundo, que actualmente supera los 11,6 millones de hectáreas. Haciendo un símil comparativo, el olivar que cubre el Planeta, supone un área parecida a la superficie de Andalucía o Portugal.
Por lo tanto, tras 42 años hemos pasado a una situación inédita, pues en el Planeta ya hay más de 66 países que producen aceite de oliva, suponiendo el olivar tradicional menos del 68% del total del área cultivada de olivos. En países como Canadá, por encima de los 46º latitud norte, o en la Patagonia argentina, por debajo de los 41º latitud sur, están las almazaras más alejadas en términos australes y boreales respectivamente.
Esta evolución, tanto en la forma de cultivar el olivar, como en los lugares de cultivo, está vinculada a dos razones. En primer término, al modo en que se está radicalizando el clima y las anomalías que ello conlleva en unas y otras zonas, y por otro, a que la población rural dedicada a la agricultura de forma activa ha pasado, en menos de 50 años, de ser del 42%, a preverse que en 2050 no alcance el 20%, siendo para Europa menos del 4%, mientras que para África, resultaría algo inferior del 40%.
Centrándonos en el olivar en seto, en la actualidad supone una superficie de 450.000 hectáreas, y se está adecuando en función de los dos factores mencionados anteriormente, la combinación entre una mayor adaptabilidad del olivo a nuevas áreas geográficas, y la falta de disponibilidad de mano de obra en ciertas zonas.
Poniendo este tipo de olivar en contexto, una campaña normal genera una producción de aceituna de casi 3,3 millones de toneladas, una cuantía de casi 450.000 toneladas de aceite de oliva, fundamentalmente virgen extra, casi el 36% del obtenido en el mundo. La cifra de negocios que genera dicho tipo de olivar es de más de 2.000 millones de euros por campaña.
Actualmente se han creado una docena de microentornos de olivicultura, vinculados a su agroindustria, cuya idiosincrasia, nivel tecnológico aplicado, conocimiento, experiencia y modo de trabajo es distinto, e igual entre ellos. De las 10 almazaras más evolucionadas, y de mayor rango de molturación del planeta, 9 se encuentren en zonas deslocalizadas de las zonas habituales de olivar, donde entre otros factores, el olivar en seto ha ejercido como palanca transformadora de innovación, divulgador de la cultura del olivo, y fomento del consumo de aceites de oliva. Arabía Saudí, Argentina, Chile, California (USA), Australia, Alentejo Portugués, China, etc., son lugares no habituales donde se ha plantado olivar en seto, y que anteriormente no contaban este tipo de cultivo.
¿Cuáles han sido sus efectos? El primero, crear un incremento de demanda de aceites de oliva, generando países con un déficit productivo y un elevado consumo que en momentos como el actual sustentan una demanda de calidad. En otro orden de cosas, han creado una nueva olivicultura de precisión, lo que optimiza el uso de recursos como la energía, los agroquímicos, o el agua, y con explotaciones que era inverosímiles hasta ahora en el ámbito de la olivicultura, que en la mayor parte de las veces superan las 2.000 hectáreas de superficie, llegando hasta las más de 7.000, en una sola linde.
Dichos entornos, en términos de agricultura, generan una necesidad de recolección, por el tamaño de las explotaciones y la disponibilidad de recursos, que en ocasiones, y por finca, superan los 4 millones de kilogramos diaria, lo que dificulta la actividad debido a lo corto de la campaña y a la idiosincrasia del fruto en su molturación, por lo que se ha generado una nueva tipología de almazaras (tan solo una de estas produce más aceite de oliva que los 55 países productores de aceite de oliva no principales de forma conjunta).
El 70% de estas almazaras superan los 100 millones de kilogramos de aceituna molturada por campaña, disponen de maquinaria eficiente, y con capacidades que hacen que produzcan más de 1 millón de kilogramos de aceite de oliva virgen extra en un solo día y requieren de un nivel de formación, experiencia, coordinación, tecnología, y coordinación propios de proyectos de la talla de los dirigidos por Pierre Satre, ingeniero jefe, y responsable del Aérospatiale-BAC Concorde, poniendo de manifiesto una vez más, que el campo condiciona los eslabones posteriores, y en especial a la agroindustria, las almazaras.

Juan Vilar Hernández

 


 

Como aprovechar el agua que tenemos en España

Reproducimos íntegramente el artículo publicado el sábado 10/02/2024 en THE OBJECTIVE debido al interés y detalle que presenta. Escrito por Luis del Rivero, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, quien fue presidente de Sacyr y vicepresidente de Repsol.

Título Original: España tiene agua de sobra, hay que saber aprovecharla
Subtítulo: «La solución consiste en emplear 30.000 hm3 de agua al año más en regadíos y basar el sistema energético en fuentes propias como sol, viento, nuclear y agua»

Comencemos por hablar brevemente del agua en Europa, con el fin de ir rompiendo toda una serie de mantras que se repiten sistemáticamente, consiguiendo hacer realidad el dicho de Goebbels «una mentira mil veces repetida se convierte en una verdad». 

Durante este artículo utilizaremos como medida de volumen de agua el hectómetro cúbico (hm3), por ser la utilizada usualmente al tratar las magnitudes de las cantidades de agua en un país. 

A continuación, les invito a analizar el Cuadro nº 1, en el cual figuran ordenados los países de Europa según las aportaciones de agua de lluvia que recibe, encontrándose España en el segundo lugar tras Francia y delante de Alemania e Italia, que serán los cuatro países que analizaremos para ver la cantidad de agua relativa en España.

Tengamos ahora en cuenta, no la superficie de cada país, sino las hectáreas útiles para la agricultura en cada uno de estos países, es decir, 27 millones de hectáreas para Francia, 17 millones de hectáreas para España, 16,9 millones de hectáreas para Alemania y 12,5 millones de hectáreas para Italia. 

Consideraremos ahora la población de Alemania en 84,5 millones de habitantes, la de Francia en 68,8 millones, la de Italia en 58,8 millones y la de España en 47,6 millones. Por lo tanto, el agua que llueve por habitante en cada uno de estos países es la siguiente: 

– 7.294 m3 para España. 

– 7.279 m3 para Francia. 

– 4.100 m3 para Italia. 

– 3.278 m3 para Alemania. 

Veamos ahora los metros cúbicos (m3) caídos del cielo por hectárea útil para estos cuatro países: 

– 20.400 m3 / ha. para Francia. 

– 20.382 m3 / ha. para España. 

– 19.288 m3 / ha. para Italia. 

– 16.450 m3 / ha. para Alemania. 

Estas cifras nos hacen ver que relativamente la situación de España para los usos en los cuales el agua es insustituible, es decir, regadío (lo que implica alimentación) y abastecimiento, es la mejor de Europa

Igualmente, en el cuadro nº 2 reflejamos la situación de España respecto a la tercera cualidad del agua, que la hace insustituible en la misión de acumulación de energía.

Cuadro nº 2 

En este cuadro se observa que España dispone de más de 56.000 hm3 de embalses y que, dada su orografía, con importantes diferencias de cota, la hacen perfectamente dotada para la acumulación de energía a través de las centrales de bombeo puro o reversibles, siendo una cuestión fundamental e imprescindible si se quiere avanzar en un sistema de energías renovables (eólicas, fotovoltaicas y termosolares) cuya distribución en el tiempo y en la frecuencia no se corresponde con las demandas, todo ello mucho más agravado si se pretende además, en contracorriente con el mundo, proceder al cierre en el año 2035 de los siete grupos nucleares actualmente en España. 

Todo esto nos hace ver que en España el concepto «agua» ha estado y está íntimamente asociado a la energía. Lo estuvo hasta los años 80, en los cuales la producción eléctrica provenía de las centrales térmicas de carbón y de los saltos hidráulicos. Lo está actualmente, acumulando con las centrales reversibles y de bombeo puro para utilizar los sobrantes nocturnos de los grupos nucleares Cortes de Pallás, Aguayo, etc. Y lo estará, puesto que en un sistema futuro, con una participación muy importante de la energía eólica y solar, no será posible su estabilidad sin una construcción importantísima y muy superior a la prevista en el actual PNIEC de centrales de bombeo puro, puesto que serán las únicas, junto a los ciclos combinados, que podrán dar estabilidad al sistema, tanto en el tiempo como en la frecuencia, y todo ello teniendo en cuenta que la dependencia del gas en un país no productor, mientras no se permita el fracking, se puede considerar que el gas es una bomba de relojería latente en el precio de la energía y en las cuentas del país. 

Volvamos ahora al agua de España. Los 346.500 hm3 que llueven en España son recogidos por los ríos (110.000 hm3), el resto se infiltra y se evapora. Las infiltraciones hacen que España posea acuíferos subterráneos, estimados en 350.000 hm3, de los cuales podrían extraerse, sin alterar su estado cuantitativo y cualitativo, 15.000 hm3 anuales. 

En el cuadro nº 3 se reflejan las aportaciones del régimen natural de los principales ríos de España en un año cualquiera, en concreto en 1998, y en otras dos hipótesis de reducción de las emisiones de CO2, bien en el año 2050 o en el año 2100. 

Cuadro nº 3 

Igualmente, en el cuadro nº 4 se refleja la aportación media, los volúmenes de embalse y las demandas totales de cada cuenca hidrográfica.

Cuadro nº 4 

Comentaremos ahora el siguiente cuadro (Cuadro nº 5), que refleja la síntesis de usos y demandas actuales en hm3 / año, según los Planes Hidrológicos de cuenca. 

Cuadro nº 5 

Esto nos hace ver que frente a unas aportaciones de 105.000 hm3, para no discutir hipótesis de cálculo afectadas por la teoría del cambio climático, nos encontramos con unos consumos en la península de 20.369 hm3, cifra que se puede ver en el cruce de la séptima columna y la cuarta fila empezando por la parte inferior. 

«El Tratado de Albufeira, de 1998, es muy perjudicial para los intereses de España»

En este momento tengamos en cuenta que entre los ríos principales de España, cuatro de ellos se pueden considerar internacionales por penetrar en Portugal o hacer frontera con este país, y están regulados por un tratado internacional de 1998, el Tratado de Albufeira, muy perjudicial para los intereses de España, pues obliga a entregar caudales anuales habiendo sido hecho el esfuerzo de regulación por la inversión española, pero a final de cuentas un tratado internacional, al cual debemos atenernos a rajatabla. 

A estos efectos, los dos puntos más importantes del Tratado de Albufeira exigen que España entregue en Saucelle en el río Duero y en la frontera España-Portugal un volumen anual mínimo de 3.800 hm3, y en Cedillo, el equivalente a Saucelle en el Tajo, un volumen anual de 2.700 hm3, debiendo dejar el Guadiana en Portugal 500 hm3 a su vuelta tras la penetración en Portugal al tramo fronterizo que termina en su desembocadura. 

Jugando con este cuadro podemos, por aritmética sencilla (restando de las aportaciones los consumos de cada río internacional y considerando el Tratado de Albufeira), ver el exceso de agua que se está pasando todos los años, en promedio unos 13.000 hm3 / año, superior al Tratado de Albufeira. Igualmente se puede ver el sobrante de la cuenca Miño-Sil, que supera los 10.000 hm3 anuales y que podía, caso de conectar las cuencas Miño-Sil / Duero / Tajo / Guadiana / Guadalquivir, aportar los volúmenes de Albufeira. 

Con todo esto, podemos suponer que la conexión antes citada nos podría hacer disponer de unos 20.000 hm3 anuales para servicio de toda la España atlántica, es decir, el total de las cuencas Guadalquivir, Guadiana, Tajo, Duero, Tinto-Odiel e incluso parte de las cuencas propias de Andalucía que se pudieran reforzar desde el Guadalquivir. 

Igualmente, observando la diferencia de aportaciones y de consumo en la vertiente mediterránea, básicamente en el Ebro y el Júcar, se podrían disponer de 10.000 hm3, que teniendo en cuenta la afectación en esta zona de los caudales ecológicos, no deberían pasar de 8.000 hm3, puesto que los caudales ecológicos en la vertiente atlántica no presentan problemas, al ser entregados volúmenes muy superiores como consecuencia del Tratado de Albufeira. 

«Los aportes de los ríos de España son 105.000 hm3 y los consumos son 20.369 hm3 »

Del cuadro se observa que el consumo para el abastecimiento está en 4.419 hm3 y el industrial en 1.633 hm3, es decir, un total de 6.000 hm3 entre ambos conceptos.

Por lo tanto, tenemos que los aportes de los ríos de España son 105.000 hm3, que los consumos son 20.369 hm3 y que, por lo tanto, disponemos de 85.000 hm3 para atender los compromisos de paso de agua a Portugal y la vertiente cantábrica, dejándola para un futuro lejano, y el montante total de los caudales ecológicos. 

Entremos ahora en los cuadros 6 y 7, en los cuales vamos a ver comunidad a comunidad y por tipo de riego, el volumen total de agua empleada en regadío, así como la superficie regada por comunidades autónomas, la superficie total de cultivo y la superficie geográfica.

Cuadro nº 7 

De estos cuadros nos vamos a quedar con la cifra de 15.500 hm3 para regar los 3,8 millones de hectáreas puestas en regadío actualmente. 

Ahora tenemos las aportaciones por un lado (105.000 hm3), el consumo en abastecimiento de industria (6.000 hm3), el abastecimiento en regadío (15.500 hm3), los caudales ecológicos que se pueden estimar en 4.000 hm3 en la cuenca mediterránea, 7.000 hm3 en Tratado de Albufeira y 30.000 hm3 en la vertiente cantábrica, de lo cual se desprende que no existe ningún problema para el abastecimiento y el regadío de España, pudiendo éste incrementarse de una manera muy sustancial mediante un plan mucho más ambicioso que ninguno de los considerados hasta el momento, y que tendría las consecuencias y resultados que más adelante expondremos. 

En este momento adjuntamos los cuadros de embalses.net del día 6 de febrero de 2024 de las cuencas Miño-Sil, Duero, Tajo y Ebro para comparar las medias de los 10 ejercicios anteriores con el momento presente, viendo los efectos beneficiosos de las conexiones de las cuencas. 

Cuadro nº 11 

Alcanzado este punto, un lector desapasionado podría pensar: «Si se dispone de agua, si ésta, además, está almacenada, ¿por qué tenemos tensiones de agua en España?». 

El primer punto que debemos considerar es que la misión de buena parte de los embalses de España es la producción de energía eléctrica e hidráulica y fueron construidos por empresas privadas con unos plazos de concesión entre los 50 y los 99 años, cuyas concesiones están próximas a sus vencimientos en algunos y en otros son susceptibles de proceder ordenada y pausadamente a reequilibrios económico-financieros de dichas concesiones, teniendo siempre por encima la meta de no dañar económicamente a las empresas energéticas propietarias de dichas concesiones, y sin las cuales el sistema energético español no podría funcionar, pero los intereses del país deben hacer tender a que estos embalses pasen a una situación AAA: Abastecimiento, Alimentación y Acumulación de energía con centrales de bombeo reversibles, únicas capaces de poder hacer posible un paso a descarbonización de la producción energética. 

En este momento conviene aclarar que hay dos formas de analizar estas cuestiones. La primera bajo el punto de vista de la soberanía energética y alimentaria del país, es decir, energía abundante, propia y barata. En el caso de España, fuente de producción eólica, termosolar, fotovoltaica, nuclear y centrales de bombeo puro y reversibles. La otra forma de analizar el problema es bajo el punto de vista de no emisión del CO2 o descarbonización, es decir, centrales eólicas, fotovoltaicas, termosolares, nucleares y centrales de bombeo puro y reversible. 

En consecuencia, ambas formas de ver el problema energía y agua en España son coincidentes, y no deberían estar sometidas a criterios ideológicos, sino de bienestar de la población, pleno empleo, seguridad del sistema de pensiones, cuentas públicas superavitarias, deuda cero, presupuestos con alto porcentaje de investigación, y todo ello es posible actuando conjuntamente en esta línea. 

En el mundo energético, formado por tres componentes (electricidad, movilidad y aporte de calor para procesos industriales), estas dos formas de analizar el problema vuelven a coincidir, debiendo la electrificación de medios propios o no productora de emisión de CO2 penetrar en la movilidad y en las producciones industriales, lo cual llevará a un incremento potente de las necesidades eléctricas, que sólo puede ser sustentado en un potente desarrollo de la potencia instalada fotovoltaica, eólica, incremento de las centrales nucleares y alargamiento de la vida útil de las mismas y un potentísimo desarrollo de las centrales de bombeo puro y reversibles, teniendo en cuenta que se prime la conexión en los nodos de energía de la producida por procesos que no emitan CO2, que no consuman agua y que utilicen materias propias del país, es decir, prioridad al suministro de energía procedente de centrales de bombeo sobre los ciclos combinados, puesto que estos últimos emiten por kW/h la mitad de CO2 que las centrales de carbón, y consumen gas natural desequilibrante de la balanza de pagos en tanto no se permitiera una explotación por fracking de los campos de Subijana (Álava). 

El año 2023 se ha cerrado con un valor de las exportaciones agrícolas de la no despreciable cifra de 75.000 millones de euros, con un superávit en este campo de 16.000 millones de euros, lo cual quiere decir que importamos 60.000 millones de euros, que podrían ser producidos en su mayor parte en España con las posibilidades del agua disponible que hemos visto, y capaces de multiplicar por 3 los regadíos existentes, que teniendo en cuenta que serían básicamente por aspersión y goteo (principalmente por el primero de ellos) necesitan una energía muy barata, como la que se tendría de un sistema basado exclusivamente en nuclear, eólica, fotovoltaica, termosolar y centrales reversibles y de bombeo puro sin prácticamente consumo de agua. 

Este desarrollo entre la mejora de la balanza de pagos, agrícola y la energética, nos permitiría caminar aceleradamente en la senda del círculo virtuoso antes comentado. 

Actualmente los nuevos regadíos, al ser todos con necesidad de energía, no necesitan fuertes nivelaciones de terreno, como se ha comprobado en el último millón de hectáreas puesto en riego básicamente en Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla-León y Aragón. 

«Los enemigos del incremento del riego son los caudales ecológicos, las CCAA en sus pugnas y la construcción de nuevos embalses»

Se dice por los expertos que los tres enemigos del incremento del riego en España son los caudales ecológicos, las comunidades autónomas en sus pugnas y la construcción de nuevos embalses por sus dificultades medioambientales. Podemos concluir que esas tres no son ningún obstáculo, porque nada de ello es necesario. Primero, los embalses ya están construidos, lo que es preciso es cambiar su naturaleza hidroeléctrica a su naturaleza AAA definida anteriormente. Las pugnas de las comunidades autónomas no existirían al disponer de una ingente cantidad de agua del orden de 30.000 hm3, el doble de lo utilizado en riego actualmente y la abundancia acabaría con la pugna. Por último, los caudales ecológicos se deben tratar con un conocimiento técnico, aplicándolo sin ideologías y que, en todo caso, no pasaría de 4.000 hm3 en la cuenca mediterránea, ya que no tienen importancia ni en el paso a Portugal ni en el Cantábrico. 

La situación actual fue pensada por los grandes ingenieros Benjumea, Lorenzo Pardo, Del Río, Sánchez Cuervo, Clemente Sáez, Peña Boeuf, Couchoud, Aixalá, Urbistondo, Mendiluce, Pliego y Benet, entre otros. Cabría imaginar qué pensarían estos señores ante las nuevas condiciones de contorno 100 años después de que se comenzara a pensar sobre estos temas, y que son: 

A) Pertenencia a un mercado sin fronteras de 450 millones de habitantes, el más potente económicamente del mundo, la Unión Europea. B) Puesta a punto de la energía nuclear, con gran experiencia en España y con lugares donde instalarla y mantenerla sin ningún tipo de oposición popular. 

B) Puesta a punto de la energía nuclear, con gran experiencia en España y con lugares donde instalarla y mantenerla sin ningún tipo de oposición popular.

C) Puesta a punto de la energía eléctrica procedente del viento.

D) Puesta a punto de la energía solar, tanto fotovoltaica como termosolar.E) País con 56.000 hm3 de embalses construidos frente a menos de 2.000 en 1925.

E) País con 56.000 hm3 de embalses construidos frente a menos de 2.000 en 1925.

F) Con las mismas diferencias de cota que hace 100 años y, por tanto, en perfectas condiciones para asumir las centrales de bombeo con la experiencia desarrollada desde 1980. 

G) Red eléctrica existente con posibilidad de ampliarla, al ser necesario un incremento de la electrificación para penetrar con soberanía energética o ausencia de emisión de CO2 en la movilidad y los procesos industriales. 

Seguro que personas dedicadas al pensamiento con amor a su patria y libres de todo prejuicio ideológico, pensarían en una solución parecida a la propuesta en este artículo, que en esencia consiste en emplear 30.000 hm3 de agua al año más en regadíos, basar el sistema energético en fuentes propias como sol, viento, nuclear y agua con diferencia de cotas, lo que llevaría al círculo virtuoso soberanía energética, alimentaria, cuentas superavitarias, deuda cero, pleno empleo, relleno demográfico de la España vaciada, seguridad de las pensiones, fuertes inversiones en investigación, orgullo para las generaciones presentes y futuras y ejemplo para los países hermanos del mismo idioma, castellano y portugués. 

«La desalación no podría llegar más allá de 2.000 hm3 y cercana a las franjas litorales»

Lo que seguramente no pensarían es en disminuir las superficies de riego porque amenazan el abastecimiento. Lo que seguramente tampoco pensarían es que no es necesaria la construcción de más embalses, pues nunca han estado llenos al 100 % todos. Y no lo pensarían teniendo en cuenta los actuales medios constructivos con las tuneladoras para la conexión de las cuencas, que no son ni mucho menos las dificultades que se tuvieron que enfrentar en 1970 durante la construcción del túnel de Talave con el hincado de la tuneladora Robbins. 

Tampoco pensarían en considerar como asintótico 4 millones de hectáreas de regadío, mantener tarifas eléctricas con costes marginales y derechos de emisión de CO2. Estarían preocupados de la función y no de sus derivadas, es decir, considerando la función la cantidad de agua disponible, y las derivadas la reutilización de las aguas residuales o la desalación, sin menospreciar estas derivadas, pero que conviene recordar que en la función que estamos hablando de 30.000 hm3, la reutilización como máximo podría ser de 3.000 hm3, teniendo en cuenta que en zonas como Murcia y Alicante ya se reutiliza el 100% de las aguas depuradas en su zona y equivalente al 25% de las aguas regeneradas en el total de Europa. 

Igualmente, la desalación no podría llegar más allá de 2.000 hm3 y cercana a las franjas litorales, y teniendo en cuenta que ya solamente en el Segura se emplean 250 hm3 de agua desalada. 

Finalmente, dos puntos a tener en consideración: 

A) El agua de España es propiedad de todos los españoles, con cuyo dinero se han construido todas las presas existentes en el país. 

B) La importancia económica del regadío salta a la vista considerando que finalizado el ejercicio 2023 los ingresos totales por turismo han alcanzado la cifra de 110.000 millones de euros.

  • Luis del Rivero es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Fue presidente de Sacyr y vicepresidente de Repsol.

Publicado el 10 de febrero de 2024.

FUENTE: https://theobjective.com/elsubjetivo/opinion/2024-02-10/espana-no-aprovecha-agua/

El crecimiento de ventas de BrioAgro en Navarra Capital

Navarra Capital, la primera plataforma digital de la región que está especializada en el mundo de la economía y la empresa, recoge el crecimiento de la startup navarra de origen andaluz BrioAgro, en la portada de su informativo.

Titulan La ‘startup’ Brioagro aumenta sus ventas en un 300 %

La empresa de riego inteligente con sede en Tudela logró facturar más de 300.000 euros en el pasado ejercicio. Su labor se ha extendido por toda la península y también ha traspasado fronteras hacia países como México o Italia. ¿El próximo objetivo? Facturar seis millones de euros en los próximos tres años, según explica a Navarra Capital su CEO, José Luis Bustos.

En el enlace podéis leer la notica, pero aprovechamos para matizar algunos, datos en nuestra web,

Realmente el crecimiento en ventas en los dos últimos años ha sido mayor aún, del 558%, aunque el crecimiento en ventas del último año (de 2021 a 2022) ha sido exactamente del 195%.

Replicamos aquí el resto del contenido recogido Navarracapital.es

«Estamos en un magnífico momento de crecimiento». Así define la situación de Brioagro su CEO, José Luis Bustos. La compañía ha experimentado un gran desarrollo desde su fundación. Han duplicado su personal, pasando de siete a dieciséis. También multiplicaron las ventas «en un 300 %» de 2021 a 2022, y han superado las 500 instalaciones. En total, han facturado en el último año alrededor de 300.000 euros.

Esta compañía de riego inteligente nació en 2015 en Mairena del Alcor, Sevilla y dió sus primeros pasos de la mano de agricultores de Almería; pero gracias a su entrada en la aceleradora de innovación Orizont, gestionada por Sodena, trasladaron su sede central a Tudela a finlaes de 2015. Esta organización se hizo con el 9 % del capital, ofreciéndoles financiación, además de conocimientos y contactos. El año pasado finalizaron su relación con la sociedad pública del Gobierno de Navarra, quienes obtuvieron un beneficio «que triplicó su inversión».

José Luis Bustos: «El ahorro de agua, energía y fertilizantes son los factores que nos diferencia del resto de las compañías»

El producto principal de Bioagro se basa en unos sensores que permiten controlar a los agricultores sus cultivos. Establecen un sistema de monitorización durante todo el día, para que el cliente pueda obtener la información más completa de su tierra. De esta forma, el agricultor toma las decisiones necesarias para mejorar y utilizar de una forma «más eficiente» sus sistemas de regadío. La empresa defiende que esta técnica también permite cultivar de «una forma más sostenible y respetuosa con el medio ambiente».

En la actualidad, la compañía se encuentra «muy activa» a causa de la sequía veraniega. Ellos operan en toda España a través de dos líneas de trabajo. Por un lado, actúan en el riego de cualquier tipo de cultivo. Al mismo tiempo, hacen lo propio con parques y jardines, como en la Vuelta del Castillo en Pamplona o en el Parque de los Príncipes en Sevilla. «Cualquier planta o cultivo que se riegue es susceptible para nosotros», resalta Bustos.

A su vez, la compañía ha logrado traspasar las fronteras nacionales. Al igual que en España, Italia y Portugal son lugares con déficit hídrico, por lo que son mercados atractivos para esta startup. También destaca su labor desde 2018 en México, donde, junto al Gobierno de Navarra, llevaron a cabo «una misión de hermanamiento» en Chihuahua y Puebla, que han continuado con el seguimiento de agricultores y cultivos en México.

NACIDOS DESDE EL TELETRABAJO

La presencialidad no caracteriza a esta empresa. El teletrabajo es la forma de vida que lleva sus empleados. La compañía se divide en tres partes: tecnológica, agronómica y atención al cliente. «Nosotros trabajamos así desde antes de la pandemia. Estamos en agricultura de precisión. Cuando no hay riego, alguien tiene que instalarlo, y nosotros lo optimizamos luego», expone Bustos. «Partimos de una instalación previa. Lo que hacemos es gestionarla de la forma más efectiva posible».

Ante la competencia, a Bustos le «encanta llegar a un cliente y competir en igualdad de condiciones». El ahorro del agua, de energía y fertilizantes supone los datos que les diferencia del resto de compañías. Otro aspecto novedoso de la compañía es su modelo de negocio. La entidad no vende su producto, sino que lo alquila, de tal manera que pueden ajustarse cada una de las campañas agrícolas. «Esto nos permite ser más competitivos y tener un diálogo continuo con el agricultor», añade el directivo.

Para el CEO, las expectativas de la compañía «son muy buenas». Al ganar el concurso internacional de inversores WBAF en 2020, que les permitió optar a un crecimiento adecuado, con la entrada de nueva inversión, que ayudó a culminar el exit de SODENA. Tras participar en la Global Fundraising Stage en Estambul (Turquía), lograron ser una de las strartups que mayor interés despertaron entre las cien que se presentaron de 42 diferentes países. Este hecho ha supuesto una entrada «importante» de inversores para los próximos proyectos. «Esperamos que en los tres próximos años alcanzar los seis millones de euros de facturación, un crecimiento impulsado sobre todo por la internacionalización», añade Bustos.

Las soluciones frente a la sequía se encuentran en la tecnología punta

El diario austriaco DerStandard responde a la pregunta ¿donde están las soluciones? Destacando de BrioAgro sus innovaciones de tecnología punta para ayudar a la agricultura ante la escasez de agua, consecuencia del cambio climático.
El pasado 1 de mayo publicaba el prestigioso periódico austriaco «Der Standard» un artículo sobre: STAUBTROCKENE ÄCKER (LOS CAMPOS SECOS), titulado: La sequía en España pone a los agricultores en estado de emergencia: ¿qué significa eso para los precios de las verduras? En el artículo se centra en profundidad de la realidad de un país «Despejado y cálido» conocido así por los millones de turistas que lo visitan cada año, un país cuyo futuro se ve amenazado por una «interminable sequía es una pesadilla para la agricultura y la ganadería». Incluimos parte del artículo donde hace referencia a BrioAgro y a sus colaboradores:

¿Dónde están las soluciones?

Las soluciones se encuentran en tecnología de punta, digitalización y tecnología de sensores. No es que el Almería no pensara y planificara con antelación. Incluso si las consecuencias del cambio climático probablemente eclipsarán las previsiones. Sin el uso generalizado del riego por goteo durante décadas, casi nada crecería en España de todos modos. Y se utiliza claramente en la plantación extensiva de olivos o en viticultura. “El ahorro de agua está en el corazón de nuestra empresa”, dice a STANDARD José Luis Bustos, responsable de BrioAgro. Desde los inicios de su startup, ahora puede contar con más de 500 instalaciones, casi 100 de ellos clientes muy reconocidos. Y sin dejar su foco puesto en el «mar de plástico» cercano a Almería entre El Ejido, Roquetas del Mar y el Campo de Níjar, en el parque natural de Cabo de Gata o en las costas de la comunidad autónoma de Murcia, donde se encuentran las «invernaderos vegetales de Europa». También en Portugal, Italia y otras regiones españolas donde el agua de lluvia es escasa, como Cataluña, Aragón, en Navarra o cerca de Valladolid (Castilla y León). .

Satélite y solar

Sus clientes incluyen productores de cultivos de hoja y lechuga para una cadena de comida rápida estadounidense. No importa si se trata de cítricos o frutas y verduras subtropicales que requieren mucha agua, como el aguacate, que se produce también en el sur de España: «La mayoría de los agricultores confían en sus ojos cuando se trata de riego», continúa Bustos: «Pero nuestro sistema está completamente automatizado, con análisis de imágenes satelitales y sensores alimentados por energía solar para la medición hidrológica, somos mucho más precisos». Bustos está trabajando actualmente en múltiples proyectos vinculados con el ahorro de agua, como un proyecto de la UE (Gen4Olives) con España e Italia para analizar minuciosamente los olivos que crecen sin aporte de riego durante un año extremo. Bustos insiste que además de soluciones en tecnología, hay un un concepto global que va desde la renaturalización del paisaje fluvial, la plantación de árboles en altura para almacenar agua hasta el embalse del agua del río en la desembocadura del mar, pasando por la reutilización de las aguas usadas y, por supuesto, la expansión de la desalinización de agua de mar. Cada gota cuenta aquí, porque después de que el nivel de las aguas subterráneas locales haya descendido drásticamente durante décadas, no hay lluvia suficiente para su reposición. La desalinización del agua de mar está proporcionando el agua necesaria para el cultivo cerca de la costa. «El agua desalada es más cara, pero aún así, es mejor que no tener agua», dice Bustos. Además, los avances tecnológicos han reducido significativamente el coste de la desalinización. Él ve otra oportunidad futura en los geles biodegradables que almacenan agua y nutrientes en el área de la raíz y los liberan cuando se necesitan. Y dado que los sellos orgánicos no dan ninguna indicación sobre el uso del agua, Bustos es partidario de que el consumo de agua del producto sea trazable para los consumidores.

«Cada vez más restrictivo»

Roberto Chaves Álvarez de Deeper Agro 4.0 y Fuensol 2006, con sede en Valladolid (Castilla y León), trabaja con 14 contratistas de riego en la cuenca del río Duero, una importante región vitivinícola del centro de España. “Actualmente se está reduciendo significativamente el consumo de agua”, dice en la entrevista de STANDARD. «Solo regamos con agua subterránea, actualmente el límite es de alrededor de 4.800-6.000 metros cúbicos por hectárea. Cada vez es más restrictivo cuando se trata de regar nuestra superficie». Las reservas de aguas subterráneas estarían al límite y difícilmente se llenarían con lluvias y nevadas. Se cultivan menos patatas o remolachas y también, debido a la subida de los precios, más trigo y girasoles. En el caso del vino, Ribera de Duero y Rueda, la subida de precios esperada para los clientes de Austria está más ligada a los precios más altos de la botella y el corcho y el transporte que a la falta de agua, subraya Chaves Álvarez: “Pero años secos y calurosos También puede ser bueno para las cosechas de vinos excelentes, como el año pasado».
A farmer on the outskirts of Madrid. The agricultural producers won't let themselves be defeated that quickly, many of them know how to deal with the drought better and better.
Photo: AP/Paul White

Los precios aumentaron

A la pregunta de STANDARD, la WKO dijo “que cada vez es más difícil cultivar frutas y hortalizas en España debido al cambio climático”. Sin embargo, también ha habido cosechas récord en los últimos años porque los productores son flexibles, utilizan nuevas tecnologías y, por lo tanto, se están volviendo más efectivos. Sin embargo, el año anterior fue un año más débil con menos rendimiento, lo que hizo subir los precios alrededor de un diez por ciento. Esto también se reflejó en las exportaciones a Austria, donde los volúmenes cayeron o se estancaron. Sin embargo, los resultados de la cosecha a menudo difieren de un cultivo a otro. Por ejemplo, la cosecha de fresas de este año no ha sido buena (octubre demasiado caluroso, enero y febrero demasiado fríos), mientras que la de albaricoques será abundante. Según los expertos, la ola de calor actual no provoca por sí misma un cambio importante en los rendimientos y precios, porque las olas de calor en España son hasta cierto punto normales. “Sin embargo, si hay tantos días calurosos como el año anterior (cuando la temperatura anual fue un 1,7 por ciento más alta que el período de referencia 1981-2010) y la precipitación será inferior al promedio (año anterior 84 por ciento del período de referencia 1981-2010) 2010), volveremos a ver un año desafiante», según la WKO.

¿Hay futuro bajo plástico?

La ingeniera agrónoma italiana Francesca Berti de Bolonia, está trabajando en su tesis doctoral en la universidad de Almería y trabajando en BrioAgro. Sin embargo, su tema no es la gestión del agua, sino los sustratos y fertilizantes biológicos, que desarrolla a partir de los residuos de la producción agrícola de la región y también de las algas. «La agricultura de invernadero es un sistema complejo y holístico«, dice ella. «Todos los elementos juegan juntos: por supuesto, el agua, los nutrientes, el sustrato como el suelo y el calor». Con la tecnología digital y de sensores, el proceso de crecimiento hasta el producto final puede hacerse extremadamente eficiente y optimizarse continuamente», da esperanza: y los factores de estrés como la falta de agua o el calor extremo pueden reconocerse temprano y contrarrestarse. Fuente: Jan Marot, 1 de mayo de 2023 – derstandard.at

España ya era una potencia en el aceite de oliva en el siglo II

La historia no para de reconocer la experiencia que desde siglos ha tenido España en la elaboración de aceite de oliva.

Si algún día visitan Sevilla, podrán encontrar a los pies de la Giralda una prueba de la potencia de Hispania en esta producción y comercio, más concretamente la que tenía como origen la BAETICA, la actual Andalucía.

Lápida con inscripción en latín en la base inferior derecha de la Giralda de Sevilla.
RIPAM BAETIS (La ribera del río Betis, el actual Guadalquivir)

La inscripción data de la segunda mitad del siglo II d.C. (CIL II, 1180), homenajea al caballero Sextus Iulius Possesor, hijo de Iulio, haciendo un repaso exhaustivo del curriculum existencial que había acumulado a lo largo de toda una vida repleta de cargos y responsabilidades; entre los cuales el de ayudante del prefecto de la annona, comisionado por el Estado para garantizar el abastecimiento de aceite de oliva bético y africano a Roma, y el de PROCURATOR AD RIPAM BAETIS. Este último cargo lo hacía responsable de regular y sustentar la navegabilidad del futuro Guadalquivir, de sus diques, sus puertos y sus canales contrarrestando de paso las consecuencias más o menos desastrosas de las inundaciones periódicas; de garantizar el carácter público de la vía fluvial y de mantener el buen estado de sus riberas e instalaciones portuarias; de conservar limpio y bien drenado el cauce, en un río de amplísima morfología que arrastra mucho lodo y tiene una madre bastante inestable; del correcto mantenimiento de los caminos de sirga, y de pagar y controlar a los mercaderes del aceite de oliva, envasadores, transportistas y corporaciones de barqueros (scapharii), directamente bajo su jurisdicción. Fueron éstos, en concreto, quienes le dedicaron el homenaje en Hispalis por la honradez desplegada en el ejercicio de sus funciones.

Mapa de la BAETICA (Gran parte del territorio actual de Andalucía)

Hay otras muchas pruebas que se han encontrado en los sellos de las ánforas romanas de aceite de oliva, como la que se muestra en la imagen inferior, donde, no sin dificultad, se puede leer: P O R P A H

P O R P A H – Inscrito en el asa de una ánfora de aceite de oliva romana.
  • POR, es posible que hiciera referencia a Portus o su almacén de aceite
  • PAH, es posible que hiciera referencia a Publius Haelius Adriano, el padre del emperador Adriano

Es decir, posiblemente la fuente de riqueza de la familia del posterior emperador Adriano, tendría su origen en los olivos de la Bética y las ganancias del aceite de oliva suministrado a Roma desde Hispania.

Ya saben, la próxima vez que visiten Sevilla, no dejen de hacerse una foto junto a la Giralda, y ya pueden contar una historia tan interesante como esta al identificar la base de la conocida como Giganta.

Fuente: academia.edu

Cómo afecta el cambio climático en el sabor y poder nutricional de los vegetales

Interesante artículo de análisis de las alteraciones que está produciendo el Cambio Climático en 10 alimentos que examinamos.

Las manzanas son menos crujientes, las lechugas más amargas, las uvas más ácidas… El calentamiento global ya está afectando al sabor, la forma y el poder nutricional de las frutas, verduras y legumbres que comemos. Y el proceso no ha hecho más que empezar.

Fuente: Daniel Méndez para XLsemanal

El cambio climático sabe a manzanas más dulces pero mucho menos crujientes. A lechugas más amargas. Incluso a un vino menos ácido y con más alcohol. La temperatura ya ha subido un grado con respecto a la media de la era preindustrial, pero además el cambio climático arrastra cambios bruscos de temperatura, sequías… Sumemos a esto los gases de efecto invernadero y nos encontramos ante un fenómeno complejo que afecta ya a frutas y verduras. Para sobrevivir a estas mudanzas, las plantas pueden reducir su tamaño, retrasar o adelantar la floración, madurar antes sus frutos… El ciclo biológico de muchas especies se está alterando y, por tanto, su calidad.

Las alubias que crecen a una temperatura diurna de 27 grados, y nocturna de 22, son mucho más pequeñas que las que crecen a seis grados menos. Periodos breves de calor provocan que los guisantes aceleren su maduración, lo que, de nuevo, lleva a productos de menor tamaño. La lechuga puede desarrollar una cabeza hinchada y menos densa, al tiempo que muestra síntomas de clorosis (ausencia de clorofila) y un incremento de los compuestos de sabor amargo. Pueden aparecer hojas quemadas, algo que también se observa en el brócoli o el repollo.

Y a menudo no se trata solo de que sean más feos, sino que además pueden ser menos sanos: el tomate que crece a una temperatura demasiado elevada tendrá menos macronutrientes y menos carotenoides, un pigmento antioxidante que ayuda a mantener la presión arterial o a combatir el cáncer.

Algunos estudios apuntan a que la producción de vino puede hacerse inviable en el sur de Europa y desplazarse al norte

Aunque no todo son malas noticias. El estrés térmico, por ejemplo, hace que la lechuga tenga «más lactonas, que son conocidas como ibuprofenos naturales», explica Aurora Díaz, del Instituto Agroalimentario de Aragón. Dan un sabor amargo al vegetal, pero son beneficiosas para la salud. «Desde hace unos años, hemos apostado por variedades menos amargas de verduras y quizá deberíamos replanteárnoslo», reflexiona la investigadora.

Para hacer frente al cambio climático, Díaz propone investigar variedades más resistentes al calor y al estrés hídrico y, también, volver la mirada a las variedades silvestres, supervivientes por naturaleza que podrían esconder muchas claves para adaptar nuestros cultivos a una situación cambiante. «Un efecto que ya estamos viendo es la falta de frío invernal –explica Javier Rodrigo, del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (CITA) de Aragón–. Los árboles frutales de zona templada se han adaptado para sobrevivir a las bajas temperaturas del invierno.

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Pánico en el campo. Desde el olivo hasta el pistacho, pasando por cereales o verduras, el mapa peninsular de huertas y plantaciones está cambiando y algunos cultivos dejarán de ser viables en determinadas zonas.

Cuando se les cae la hoja, entran en un estado de reposo que les permite aguantar a 20 grados bajo cero. Y necesitan de ese frío para florecer». Ocurre que, con el incremento de la temperatura, tardan más en acumular ese frío que requieren para el correcto desarrollo de la flor. Y, por tanto, el ciclo se retrasa: tardan más en desarrollar la flor. Él lo ha visto en los cerezos que cultiva en su huerto experimental.

Ocurre, además, que hay variedades que no se bastan por sí solas: necesitan de lo que se llama polinización cruzada; es decir, del polen de otra variedad distinta para reproducirse.

Pero ¿qué pasa si reaccionan de manera diversa a los cambios de temperatura? Que ya no florecerán a la vez. «Siempre les decimos a los agricultores que planten variedades compatibles y que coincidan en floración. Ahora lo completamos con un dato: deben tener unas necesidades de frío parecidas».

No solo son más feos, sino que pueden ser menos sanos: el tomate que crece con mucho calor tiene menos nutrientes y sustancias que protegen contra el cáncer

Lo que explica el experto sobre los cerezos podemos llevarlo a otras especies. Desde el olivo hasta el pistacho, pasando por cereales o verduras. El mapa peninsular de huertas y plantaciones está cambiando y algunos cultivos dejarán de ser viables en determinadas zonas. Se está viendo ya con la vid. Las altas temperaturas, unidas a elevadas concentraciones de CO2 en la atmósfera, han alterado el sabor de la uva: más ácida y con más azúcar. Los estudios más pesimistas sostienen que, en unas décadas, las regiones del sur de Europa serán demasiado calurosas para la producción de vino, que se podría ver desplazada hacia el norte.

Otro tanto ocurre con cultivos de secano, como el trigo o el maíz. Un estudio afirma que la producción en el sur de Europa habrá caído a la mitad en 2050. Más allá de esta variación regional, ya se ve un cambio en las características organolépticas de ciertos cultivos. Un estudio evaluó cómo se habían alterado las manzanas Fuji y Tsugaru, dos variedades muy populares en Japón. Observaron que en 40 años habían ganado en dulzura, pero perdido acidez y dureza. Unos cambios que, al producirse paulatinamente, habrían pasado desapercibidos para el consumidor.

«Pero si pudieras probar una manzana recolectada hace 30 años, percibirías la diferencia», asegura Toshihiko Sugiura, el especialista a cargo del experimento. Lo mismo podemos decir de las zanahorias, que han perdido sabor, o de la col, más amarga; la berenjena crece con mayores deformidades, lo que, como mínimo, afecta al valor del producto a la hora de venderlo. A cambio, productos como la batata o el mango podrían ganar protagonismo en regiones donde hasta ahora apenas se cultivaban.

10 ALIMENTOS A EXAMEN

Trigo

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• La falta de lluvia y las altas temperaturas registradas a principios de mayo han reducido la cosecha de este año en España. En la India, segundo productor mundial, la situación ya es tan alarmante que el país ha prohibido las exportaciones.

• La escasez de precipitaciones en primavera ha hecho que el cereal crezca menos y las altas temperaturas están reduciendo la concentración de almidón, importante fuente de energía en nuestra dieta.

• A cambio, la mejora genética ha duplicado la productividad del trigo en los últimos 50 años. Ya se está trabajando en variedades resilientes al cambio climático.

Cítricos

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• Las altas temperaturas hacen que la planta no complete el ciclo de frío durante el invierno y el fruto pierde consistencia. Se desprende la piel de la pulpa y es más vulnerable.

• La falta de agua, además, provoca acidez y una piel pálida y menos gruesa.

• A cambio, una buena noticia: ante la falta de agua, el fruto puede reaccionar con mayor concentración de sorbitol, un edulcorante natural que favorece el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino.

Manzana

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• El frío es fundamental para los manzanos y los perales. Según la variedad, necesitan entre 500 y 1500 horas de frío. De ello depende el tamaño de la fruta y su firmeza.

• En el norte de Europa, el calentamiento ha adelantado la floración. En el Mediterráneo, las variedades que más frío necesitan muestran una floración incompleta y se pierde el fruto.

• El calentamiento provoca también una pigmentación pobre en la piel y reduce la presencia de antocianinas, responsables del color rojo del fruto y beneficiosas para nuestra salud.

• Una buena noticia: según un estudio realizado el año pasado en Asturias, el incremento de 0,30 grados centígrados por década en la región desde 1978 no ha afectado a los manzanos. Las variedades locales se han podido adaptar.

Uva

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• El cambio climático ha acelerado sus ciclos anuales y eso afecta a la composición química de la uva y también al sabor del vino: menor acidez, más alcohol y mayor proliferación de microorganismos y micotoxinas (producidas por hongos).

• La escasez hídrica también tiene como consecuencia que las uvas sean pequeñas y con alta concentración de fenólicos (dan color al vino y afectan a su calidad). Y también que tenga menor concentración de ácidos málicos.

• El resultado es que el cultivo de la vid ya se está desplazando al norte o a plantaciones más elevadas.

• No todo son malas noticias. Las altas temperaturas y la falta de agua provocan que el fruto acumule antocianinas, que actúan como antioxidantes y protegen a la uva del calor.

Tomate

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• La producción global de tomate se ha triplicado en las últimas cuatro décadas. Pero en Europa está disminuyendo. En países como Reino Unido ha habido periodos de escasez (y precios por las nubes). Así que los científicos están diseñando variedades resistentes al calor.

• El problema es que las altas temperaturas, aquellas superiores a 35 grados, disminuyen la viabilidad del polen y reducen la floración. Eso se traduce en un menor rendimiento de los cultivos y un color menos intenso.

• El área mediterránea sigue siendo óptima para el crecimiento del tomate. No ocurre lo mismo con el norte de África, salvo la franja costera.

• El ambiente seco y las altas temperaturas provocan plagas. En Mallorca llevan años sufriendo la invasión de la oruga del tomate, Manduca quinquemaculata.

Lechuga

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• Cuando la temperatura supera los 30 grados, se producen quemaduras o necrosis en los extremos de las hojas. Por eso, ya se observa en España un desplazamiento de los cultivos hacia el norte.

• La lechuga también necesita cambios notables entre la temperatura diurna y nocturna. Si no, desarrolla clorosis (es decir, ausencia de coloración verde por carencia de clorofila) y acumulación de compuestos de sabor amargo… que a menudo son saludables.

• Al tener raíces pequeñas, es muy vulnerable a la falta de agua. Para combatirla, la planta desarrolla compuestos saludables como los polifenoles.

• Se está trabajando ya en la edición génica de lechugas. En la actualidad se usan semillas que permiten completar ciclos cortos de cultivo de lechugas: listas en 30 días.

Zanahoria

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• Esta hortaliza necesita agua en abundancia. Así que en años de escasas precipitaciones tiene menos sabor y una textura menos crujiente.

• Las temperaturas elevadas hacen que sean menos dulces. Y un exceso de agua como el que pueden provocar lluvias torrenciales lleva a la aparición de grietas.

Melocotón

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• Como el resto de árboles de hoja perenne, necesita una buena dosis de frío en la fase invernal de reposo. En regiones como el sur de Estados Unidos ya se está viendo amenazado su desarrollo. También en España, Italia o Francia.

• La falta de agua aumenta la concentración de compuestos bioactivos y de glucosa y fructosa, lo que se traduce en melocotones más dulces. Pero también en frutos más pequeños y ciclos de maduración alterados.

• Una elevada exposición al CO2 aumenta la concentración de sucrosa, lactona y norisoprenoides en el fruto: todos estos compuestos contribuyen a un sabor agradable.

Kiwi

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• El año pasado, la producción de kiwi en Europa fue de 700.000 toneladas: un 3 por ciento menos que en 2020. Desde 2015 se ha perdido un 15 por ciento de producción. ¿Motivo? Heladas primaverales y la enfermedad llamada ‘moria del kiwi’ en Italia, principal productor europeo.

• Las altas temperaturas veraniegas también han afectado a su producción. Provocan un deterioro de las raíces y se traducen en plantas más grandes, pero con menos frutos. Y menos flores en la temporada siguiente.

• Es una planta muy sensible al estrés hídrico, que provoca una menor concentración de sodio, que regula la concentración de líquidos en la planta (y en nuestro organismo).

Aceituna

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• El aumento de temperatura acelera los ciclos, lo que obliga a una cosecha temprana, con un nivel de madurez más bajo. Y una aceituna de peor calidad y de menor tamaño.

• El olivo es muy tolerante a la falta de agua. Da lugar, incluso, a un aceite de mejor calidad siempre que el estrés hídrico no sea excesivo, lo que conduce a un aceite más amargo y con menor contenido en ácido oleico y aromas.

• Las altas temperaturas en verano, momento en que se desarrolla el fruto, provocan una reducción de proteínas en la aceituna.

• La viabilidad del olivar depende mucho de su variedad. La hojiblanca, la manzanilla, la picual o la nevadillo están ya amenazadas en Andalucía debido a la ausencia de horas de frío en invierno y a la falta de precipitaciones en verano.

Sandía

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• Es originaria del desierto de Kalahari (donde crece todavía de manera silvestre) y estaba ya presente en el Antiguo Egipto. Esto da muestra de su resistencia al calor. De hecho, las altas temperaturas refuerzan su sabor dulce.

• Pese a su elevado contenido de agua, siguen siendo apuesta segura en climas áridos y semiáridos, como Marruecos.

• En los últimos lustros se han sustituido múltiples variedades locales por otras genéticamente modificadas al gusto del consumidor: más pequeñas, dulces y sin semillas. Pero menos adaptadas a las condiciones climáticas presentes y futuras.

El diario El Mundo se hace eco del ‘Proyecto Recolecta’ de Florette, BrioAgro e ITC

El Proyecto Recolecta es un proyecto europeo cuyo piloto es Florette, líder en España del sector de la IV gama en la producción y distribución de ensaladas y vegetales preparadas listas para su consumo, en el que se busca encontrar, a través de la tecnología, el momento óptimo de recolección, lo que llevará a un aumento de calidad y una mayor sostenibilidad y satisfacción del cliente. Sus compañeros de viaje son BrioAgro, empresa encargada de la parte tecnológica del proyecto, de la monitorización y del riego inteligente; y el ITC (Instituto Tecnológico de Canarias), que participa con sus Departamentos de Agua y Análisis Ambiental para contribuir al estudio del suelo y del agua, entre otros.

Mostramos el resumen elaborado por el Diario El Mundo tras entrevistar a los representantes de las tres empresas que forman parte de El Proyecto Recolecta:

  • Javier Les, Director Calidad y Sostenibilidad de Florette Ibérica
  • José Luis Bustos, Director de BrioAgro
  • Ricardo Díaz, Jefe del Departamento de Análisis Ambiental ITC

La cultura popular siempre habla del momento preciso y del lugar adecuado, ¿en el campo funciona igual? ¿Cuál es el momento óptimo de recolección de un vegetal?
Javier Les.- En Florette siempre cultivamos nuestros vegetales sin prisas, dejándolos crecer a su ritmo natural para conseguir el mejor producto posible. Así, consideramos que el momento óptimo de recolección de un vegetal no es más que aquel que permita la mejor calidad y vida útil del producto final para el consumidor, entendiendo los criterios de calidad desde diferentes ángulos: frescura, sabor, organolepsia, seguridad alimentaria y nutricional. Nuestro objetivo es buscar siempre el momento idóneo en el que el cultivo va a poder desarrollar su mayor potencial de cara a estos dos aspectos, calidad y vida útil.

¿Cuáles son los objetivos del Proyecto Recolecta?
José Luis Bustos.- Gracias a la utilización de nuevas tecnologías y de agricultura de precisión, perseguimos el objetivo principal de disponer de una herramienta que determine de forma inteligente y autónoma la fecha óptima de recolección de los cultivos para maximizar la calidad y vida útil del producto final.
Ricardo Díaz.- Además, gracias a la implementación de este proyecto en los campos de Florette, se conseguirá optimizar la utilización de los recursos naturales, tan necesarios para el crecimiento de nuestros productos de IV gama, tales como el suelo, o el agua.
Javier Les.- Con todo esto pretendemos conseguir dos finalidades claras. Por un lado, conocer la fecha óptima de recolección supondrá un mejor aprovechamiento del producto y, por tanto, reducirá de manera notable el desperdicio de los vegetales. Por otra parte, avanzaremos un paso más en temas calidad de producto, ya que, gracias a estos avances tecnológicos, no quedará ninguna duda de cuándo los vegetales están en el mejor punto de frescura y calidad para distribuir al consumidor final.

¿En qué fase del proyecto estáis ahora y cuál es el balance hasta día de hoy?
Javier Les.- En Florette nos encontramos en la última fase del proyecto. Ya se han realizado todos los trabajos que teníamos planificados dentro de RECOLECTA y hemos recopilado la mayor parte de la información necesaria para analizarla y tratarla. Por el momento, podemos adelantar que el balance es muy positivo y, de hecho, creemos que se van a alcanzar la mayor parte de los objetivos iniciales planteados.
José Luis Bustos.- Por nuestra parte, BrioAgro, nos encargamos de la parte tecnológica del proyecto, de la monitorización y del riego inteligente, se encuentra en la fase de tratamiento. Tras el primer año se observaron algunos resultados iniciales en bruto y eran muy positivos. Ahora mismo, continuamos recopilando a tiempo real más datos en los campos para afinar el modelo. Por otro lado, se está finalizando el desarrollo del código informático y pantallas del aplicativo para mostrar los resultados.
Ricardo Díaz.- Respecto a ITC, en materia de agua, se han caracterizado las aguas de riego de varias fincas como herramienta para adelantarse a las necesidades del ecosistema suelo-planta y ajustar el riego. Paralelamente, se está analizando el proceso del lavado industrial para proponer diferentes opciones de reutilización de esta agua como forma de reducir la huella hídrica y de carbono, así como conseguir reducir los costes de explotación. Asimismo, se está trabajando en la optimización del uso de productos fitosanitarios a través de la utilización de productos naturales para garantizar ensaladas sin ningún tipo de residuos.

¿Qué resultados esperáis obtener una vez finalizado el Proyecto Recolecta?
Javier Les.- Esperamos obtener resultados muy positivos, el principal es disponer de una herramienta digital válida para determinar el momento óptimo de recolección de nuestros cultivos.
Ricardo Díaz.- Además, conseguiremos optimizar el uso del agua de riego y del agua de lavado industrial y también del uso de fitosanitarios y fertilizantes; minimizar el desperdicio alimentario ya que gracias a esta herramienta nos permite hacer una mejor planificación de los cultivos.
José Luis Bustos.- No solo eso, también nos permitirá estudiar la posibilidad de reutilizar el agua en el centro de producción o con un uso agrícola. En esa misma línea y con el objetivo de optimizar la utilización del agua, se podrán establecer criterios de uso de los diferentes tipos de agua para riego: desalada, lluvia, pozo o galería e, incluso, desarrollar nuevas técnicas industriales más sostenibles, como nuevos sistemas de lavado o de enfriado de materia prima.

Y hablando un poco más de lo que veremos los consumidores, ¿qué aplicaciones prácticas tendrá?
Javier Les.- Los principales beneficiados de este proyecto son el entorno y los consumidores. Son ellos los que verán reflejados los avances que supone RECOLECTA en el producto, ya que obtendrán, como beneficios directos, un vegetal de la máxima calidad y con una vida útil superior. Además, estarán consumiendo un producto más sostenible y respetuoso con el medio ambiente, ya que gracias a la tecnología desarrollada en este proyecto no se derrochan recursos. De hecho, se consigue un menor consumo de agua en campos y en el momento del lavado del vegetal, de fertilizantes y de fitosanitarios. Igualmente, garantizará al máximo la seguridad alimentaria de los productos. Con estos avances tecnológicos no quedará ninguna duda de cuándo los vegetales están en el mejor punto de frescura y calidad para distribuir al consumidor final y, por tanto, se ofrecerá un producto en óptimas condiciones.

BrioAgro, la empresa que se lo pone fácil y barato a los agricultores

La revista española Emprendedores acaba de publicar (22 ABR 2021) un reportaje especial, titulado: «BrioAgro, la empresa que se lo pone fácil y barato a los agricultores«. Es un artículo donde la Revista y el Grupo Cooperativo Cajamar quieren poner en valor la innovación agroalimentaria seleccionando proyectos españoles con mucho potencial en esa dirección.

Han desarrollado un algoritmo de calibración de humedad del suelo que permite saber cuándo, cuánto y dónde hay que regar. Los datos necesarios los obtienen utilizando tecnología de sensores que distribuyen en suelo y captando, además, información satelital y meteorológica localizada. Estas tres fuentes de información permiten monitorizar las principales variables en las que el agricultor puede intervenir para mejorar sus cultivos y predecir de manera muy precisa el momento y la cantidad del riego.

Otra cosa buena que tienen es que no solo te lo dicen, sino que también lo hacen porque ofrecen la posibilidad de conectar la finca o el terreno deseado con la plataforma y activar en remoto el riego inteligente. Así es como en BrioAgro Technologies cierran el círculo y logran un servicio integral que facilita la vida a los agricultores a la vez que mejora la eficacia de su actividad.

El sistema consigue, también, importantes ahorros en consumo de agua, electricidad, fertilizantes y mano de obra. Dependiendo del tipo de cultivo y del terreno, el ahorro en agua oscila entre el 20% y el 50%. Sin embargo, este porcentaje podría ir en aumento con el uso continuado de la tecnología de BrioAgro al mejorar la salud del terreno, conforme se van desechando viejas prácticas.

“Decimos que nuestra tecnología es disruptiva porque lo es, porque supone un cambio de paradigma real en la forma de trabajar el campo a como se viene haciendo desde hace muchos años”, declara José Luis Bustos Jiménez, CEO de BrioAgro. 

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Romper las barreras de entrada

No obstante, Bustos sabe que hablar de tecnología, big data e Inteligencia Artificial a los agricultores y convencerles de un cambio de hábito resulta complicado. Por eso, la estrategia que han elegido para difundir las bondades de BrioAgro es la de evangelizar mostrando. 

“Comenzamos vendiendo la solución. Era nuestra forma de aprender vendiendo y poder implementar la tecnología. Ahora que la tenemos madura, hemos cambiado la táctica y, en lugar de vender, lo que hacemos es alquilar los equipos. Pueden hacerlo de forma progresiva y sin compromiso de permanencia. Es la mejor forma de superar las barreras de entrada, cuando les dices: Mira, no te lo voy a contar, lo vas a ver tú, empiezan con una campaña determinada y, conforme ganan confianza con la tecnología y comparan los resultados, piden más. Con el alquiler permitimos que hagan un test de contraste entre el terreno que aplica nuestra tecnología y el que no. La medición se hace en el mismo año porque las condiciones meteorológicas pueden variar mucho de un año a otro. Transcurrido un mes, el agricultor hace su propia comparativa y extrae resultados sin necesidad de contarle nada”, asegura Bustos. 

Los datos parecen dar la razón al CEO de BrioAgro. De las 300 instalaciones que aplican ya la solución –alrededor de 180 clientes– desde que salieron al mercado, solo 3 han decidido no continuar. Para hacerse una idea del coste, el precio medio de alquiler para un riego básico es de 135 euros al mes durante el primer año. Luego se va abaratando, si el cliente se fideliza. Con esta baja inversión se consigue un aumento de calidad y productividad de las cosechas y se reduce el impacto medioambiental. “Al fin y al cabo, procedemos del mundo de la agricultura y del mercado y sabemos lo que necesitan”, añade.

BrioAgro como empresa

Los socios fundadores de Brioagro son José Luis BustosAntonio Santos Fran Guillén. La empresa, con un equipo de 7 personas, tiene el domicilio social en Tudela (Navarra) tras su paso por la aceleradora de innovación agroalimentaria de Orizont. Desde aquí desarrollan tanto el hardware como el software

BrioAgro se constituye en septiembre de 2015. El germen hay que buscarlo en la plaga del picudo rojo, un insecto que estaba acabando con las palmeras de toda España hace unos años. Entonces, idearon un primer prototipo a base de sensores que identificaba la presencia del insecto mediante señales sonoras. Funcionó. Combatida la plaga, tuvieron que pivotar, trasladando y adaptando esta tecnología inicial a lo que hoy es BrioAgro Technologies.

La empresa ha cosechado numerosos premios. Por citar los más recientes, en septiembre de 2020 recibieron el galardón del InnoWise Challenge Lab en España con el que el consorcio europeo EIT Food buscaba soluciones para acabar con la escasez de agua en el sur de Europa. Meses antes se habían alzado también con el premio del Foro Mundial de Inversión de Business Angels (WBAF). “Fuimos a ver qué pasaba y nos llevamos el premio”, recuerda Bustos.

La alianza estratégica con Cajamar

El dinero invertido hasta la fecha ronda los 825.000 euros procedentes, en su mayoría, del I+D+i de subvenciones, premios, inversores particulares y recursos propios. También el Gobierno de Navarra, a través de Sodena, participa del 9% del capital. 

Especial afecto expresa Bustos en el capítulo financiero cuando habla de la relación de la empresa con Cajamar Caja Rural. “Desde el principio, hemos sido clientes suyos y seguimos siéndolo aquí, en la sucursal que tiene Cajamar en el Paseo de Pamplona de Tudela. Lo hacemos con una visión estratégica y sectorial porque sabemos que son los que mejor entienden y más protegen a los agricultores”.

“Pero también lo hacemos para nutrirnos de su ecosistema de innovación y conocimiento. Considero que la Fundación Cajamar es una maravilla, donde he tenido oportunidad de asistir a conferencias magistrarles y muy vanguardistas en lo que atañe al sector. Es un punto de encuentro ideal para intercambiar conocimiento y generar sinergias entre los distintos actores. También la Estación Experimental Cajamar de Las Palmerillas se ha convertido, en mi opinión, en el centro tecnológico de referencia para la agricultura en general y para la intensiva mediterránea en particular”

La última referencia que hace Bustos de Cajamar corresponde a su incubadora/aceleradora, Cajamar Innova, donde buscan soluciones de alta tecnología del agua. Amplían así su impacto social de cara a un futuro más sostenible sin desatender por ello a su core. “Entenderás que el proyecto está muy alineado a lo que nosotros hacemos, por eso hemos aplicado”, dice.

“O lo petamos o cerramos”

Durante estos años, en BrioAgro se han regido por el bootstrapping, es decir, “estirando mucho los pocos recursos, ajustando los presupuestos y cobrando el equivalente al salario mínimo interprofesional”.

El conocimiento adquirido les ha permitido seguir avanzando a través de la Inteligencia Artificial y dar respuesta a problemas específicos como, por ejemplo, determinar la fecha óptima para la recolección de la lechuga, en colaboración con la compañía Florette. Algo similar están haciendo con la aceituna para aceite de oliva. 

Asimismo, como empresa especializada en riego inteligente, han adaptado la solución a la vertical de parques y jardines, abriendo así una segunda linea de negocio que se enmarca en las smart cities. También aquí han podido demostrar ahorros notables en ciudades como Sevilla, Pamplona o Badajoz. 

Los ingresos actuales de BrioAgro proceden en un 80% de los alquileres de los equipos y el resto son ventas. El 2020 tampoco fue un buen año para ellos. Esperaban empezar a dar beneficios y no lo consiguieron. No obstante, supieron aprovechar el parón ocasionado por el Covid para implementar la tecnología y hacerla compatible en otros países, lo que les abre la puerta al 90% del mercado mundial.

“Ahora que tenemos la tecnología madura y un conocimiento profundo de 40 cultivos diferentes, ha llegado la hora de alzar el vuelo. Queremos superar el millón de facturación en 2022 y abrir mercados fuera, empezando por Latinoamérica –México– y el sur de Estados Unidos. Para que esto tenga sentido, el crecimiento tiene que ser exponencial. Eso lo tenemos claro así que, o lo petamos o cerramos, y para conseguir lo primero estamos trabajando a lo bestia”.

Seguimiento del Proyecto Recolecta en la TV Canaria

EL Proyecto Recolecta está conformado por Florette, BrioAgro y el ITC Canario y tiene como objetivo principal: “La predicción del momento optimo de recolección mediante Inteligencia Artificial basada en la integral térmica del cultivos”, desarrollado distintas zonas climáticas de España, concretamente en Murcia, Soria y Canarias.

Otros de los objetivos marcados es el trabajo con cultivos protegidos en Canarias, usando la última tecnología para una gestión inteligente de los recursos naturales, en Canarias concretamente centrándose en el recurso más escaso el AGUA.

En el siguiente vídeo Juani Betancor, Jefa de Sección del Departamento de Agua del ITC y Keret Doreste, Responsable de Cultivos de Florette Canarias, destaca entre otros elementos, el Riego Inteligente de BrioAgro, que consigue ahorros de agua que rondan entre el 20 y 50%, en función del cultivo y las buenas prácticas previas.

Ver vídeo completo en TVC: https://youtu.be/Tp3hJbNc9xU

El COVID-19 no consiguió retrasar el Proyecto Recolecta en Canarias, puesto que en marzo 2020, en pleno confinamiento, se realizaron las primeras instalaciones de dispositivos de BrioAgro en fincas de Florette en Gran Canaria. El Proyecto está financiado por el FEADER (Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural)

BrioAgro lleva su tecnología a la COAG

BrioAgro participará en la jornada ‘Soluciones sostenibles y eficientes ante la escasez de agua’, organizada por la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) de Almería. Dicha jornada se llevará a cabo el jueves 8 de marzo en el Salón de Actos de la Cooperativa Vicasol, en Puebla de Vícar (Almería) a partir de las 20H00.

José Luis Bustos, Director Ejecutivo de BrioAgro.

La ponencia que José Luis Bustos, Director Ejecutivo de BrioAgro, brindará a los asistentes se titula ‘Riego inteligente. Domotiza el riego de tu cultivo’, en la que se aborda el tema de la automatización del riego agrícola, de acuerdo con las necesidades de cada tipo de cultivo. A través de explicaciones y experiencias, la ponencia irá detallando las bondades de domotizar el riego, que trae consigo beneficios en cuanto al ahorro de agua y a la optimización de recursos, lo que permite obtener mayor eficiencia hídrica y reducir significativamente el derroche de agua. Además, esta tecnología permite anticiparse en la toma de decisiones, puesto que nuestros sensores integran predicciones meteorológicas en las gráficas, que permiten trabajar a futuro.

Con BrioAgro puede configurar su riego y fertirriego de manera fácil, siguiendo las indicaciones de nuestra aplicación. Siempre tendrá el control. Desde su móvil, podrá regar o parar cuando lo desee. Puede ser usado tanto en cultivos de agricultura extensiva, intensiva, viveros y jardines. Asimismo, puede ser empleada en exteriores o en invernaderos.

Sistema BrioAgro instalado y funcionando en invernadero de calabacines. El ahorro de agua que se consigue con nuestro sistema de riego inteligente ronda el 50%.

Esta tecnología de última generación permite reducir las mermas en cada cosecha y además se consigue un enorme ahorro, no solo en agua y fertilizantes (entre un 20% y 40% de ahorro), sino también en costes de producción.

Permita que BrioAgro se haga cargo de la gestión de riego de sus cultivos. Mayor información visitando este enlace

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