El diario austriaco DerStandard responde a la pregunta ¿donde están las soluciones? Destacando de BrioAgro sus innovaciones de tecnología punta para ayudar a la agricultura ante la escasez de agua, consecuencia del cambio climático.El pasado 1 de mayo publicaba el prestigioso periódico austriaco «Der Standard» un artículo sobre: STAUBTROCKENE ÄCKER (LOS CAMPOS SECOS), titulado: La sequía en España pone a los agricultores en estado de emergencia: ¿qué significa eso para los precios de las verduras? En el artículo se centra en profundidad de la realidad de un país «Despejado y cálido» conocido así por los millones de turistas que lo visitan cada año, un país cuyo futuro se ve amenazado por una «interminable sequía es una pesadilla para la agricultura y la ganadería». Incluimos parte del artículo donde hace referencia a BrioAgro y a sus colaboradores:
Radiación Solar Ultravioleta
Son radiaciones electromagnéticas con longitudes de onda comprendidos entre los 200-400 nm, que son invisibles al ojo humano.
Tipos de RS-UV:
En función de las longitudes de onda en las que se encuentren podemos distinguir tres tipos:
–UV A: Comprendida entre los 330-400 nm. Tiene poca importancia.
–UV B: Comprendida entre los 280-320 nm. Es la más importante para las plantas.
–UV C: Comprendida entre los 200-280 nm. Es la más energética y dañina para el ADN.
Es uno de los factores mas importantes que regulan el crecimiento y desarrollo de las plantas, sin embargo, en cantidades excesivas puede ser perjudicial para el cultivo. Esto ha provocado que las plantas hayan evolucionado y han sabido adaptarse a su presencia, desarrollando distintos mecanismos de defensa, con el fin de disminuir los efectos producidos por una RS UV alta.
Efectos producidos por una elevada radiación ultravioleta:
–Cambios morfológicos y anatómicos (aumento de ceras y cambio en su composición, aumento grosor hojas..): atribuidos principalmente a la orientación de las hojas, debido a que atendiendo a esta orientación la planta es capaz de captar una mayor o menor radiación ultravioleta. En general, las plantas monocotiledoneas son más tolerantes a niveles elevados de radiación UV-B.
–Disminución de la altura del cultivo y entrenudos más cortos: debido a la oxidación de fitohormonas inductoras del tamaño de la células.
–Menor área foliar: se produce como consecuencia del efecto inhibitorio de la radiación UV-B sobre la expansión del epitelio en su cara adaxial y a la inhibición de la división celular, como se ha demostrado en distintos cultivos como el trigo.
–Disminución de la actividad fotosintética: producido principalmente por la inhibición de la fotosíntesis en longitudes de onda comprendidas en la región ultravioleta del espectro.
–Pérdidas de polipéptidos localizados en PSII, pérdida de pigmentos y daños genéticos.
–Pérdidas de enzimas del Ciclo de Calvin: debido principalmente a la disminución directa de la enzima ribulosa 1,5 difosfato carboxilasa (Rubisco), que es la encargada de catalizar la incorporación de CO2 en el ciclo de Calvin.
–Aumento en la producción de metabolitos secundarios, como fenoles y flavonoides.
–Activación de procesos de lipoperoxidación en la membrana plasmática: debido fundamentalmente a que a altos niveles de UV-B se produce un estrés oxidativo en las plantas, que estas intentan paliar mediante la activación de estas especies reactivas de oxigeno (ROS).
–Producen daños en las moléculas de ADN del tipo CPDs y formación de otros fotoproductos conocidos como dimeros de pirimidina pirimidona y dimeros de uracilo: por ello, las plantas desarrollan mecanismos de defensa como la Fotorreparación.
¿De qué depende la producción de nuestros cultivos?
La productividad de nuestros cultivos depende de una serie de factores, que son imprescindibles para completar de forma adecuada el proceso productivo, entre ellos podemos destacar la radiación UV.
Cada cultivo tiene unas determinadas características, que se verán afectadas de uno u otra forma por una mayor cantidad de radiación solar UV en función de la sensibilidad que presenten al efecto de la radiación UV-B, aunque también depende de otros factores bióticos y ambientales.
En los últimos tiempos, en el contexto del cambio climático , se está produciendo un aumento de la radiación UV-B, un aumento del CO2 y de la temperatura, así como cambios significativos en las precipitaciones y distribución de estas a lo largo del año, lo que esta afectando de lleno a la agricultura, modificando el ciclo vegetativo y reproductivo de la mayor parte de los cultivos.
La producción agrícola deberá aumentar un 70%
McKinsey señala que para alimentar a 9.000 millones de personas en 2050 deben aumentar la producción agrícola un 70% a través de incentivos estatales e innovación tecnológica en el campo
Escasez de producción
En el año 2050, el planeta Tierra estará habitado por más de 9.000 millones de personas. Un crecimiento demográfico que requerirá de un 70% más de alimentos de los que hoy produce la población mundial. Además, el aumento de las clases medias a nivel global se traducirá en un aumento de la demanda de carne y otros alimentos ricos en proteínas mientras que, paralelamente, el cambio climático podrá acabar con algunos importantes nichos agrícolas. Una previsión del aumento de la demanda que deberá sumarse al tradicional aumento del precio de algunos productos básicos de la dieta como el trigo y el arroz, que llevan encareciéndose a lo largo del a última década. La volatilidad de los precios de estos productos ha provocado una inestabilidad en los mercados que previsiblemente continuará.
La planificación.
Un difícil panorama descrito por la consultora estratégica McKinsey & Company para la que propone un enfoque de la producción agrícola basado en cuatro ejes:
- una producción cultural más eficiente que se aproveche de las tecnologías y prácticas más innovadoras,
- un enfoque de comercio e inversión a medida,
- el establecimiento de mecanismos de buen funcionamiento en los mercados internos y sus economías
- y, por último, la creación de reservas estratégicas de comida y agua en cada país.
Prácticas innovadoras.
El informe presta una especial atención al empleo de métodos y tecnologías innovadoras combinadas con una planificación y estrategia de producción agrícola destinadas a fortalecer las ventajas competitivas del país. Habría que acompañarlo todo con una política de subsidios, destinados tanto a productores como consumidores, que fomenten la innovación y la compra de verduras del país. Asimismo, la consultora explica que las políticas agrícolas más efectivas son aquellas destinadas a facilitar el desarrollo de una cadena de valor de principio a fin, que permita a las compañías el acceso a financiación barata y unos riesgos compartidos. Por otro lado señala hacia una serie de medidas complementarias, como la correcta planificación de los recursos hídricos y la reducción del consumo de combustibles fósiles, que deberían sumarse a una apuesta por productos internacionalmente competitivos como cítricos, olivas, vegetales y pescados.
Fuentes:
http://www.mckinsey.com/insights/food_agriculture/from_liability_to_opportunity_how_to_build_food_security_and_nourish_growth
http://www.elmundo.es/economia/2015/04/08/55241bdd22601dbb598b456b.html