Análisis de la olivicultura moderna y su agroindustria

Para poder analizar la olivicultura moderna, debemos empezar en 1980, donde el olivar tradicional abarcaba 7.5 millones de hectáreas en 23 países, principalmente entre los paralelos 35° y 45° de latitud norte. Hoy, la olivicultura ha evolucionado con olivares intensivos y de alta densidad, representando el 22% y 6%, respectivamente, de las 2.5 millones de hectáreas de olivar en el mundo. Además, el olivar en seto, que surgió en 1995, ocupa casi el 4% de la superficie total de olivar, adaptándose a cambios climáticos y escasez de mano de obra.

La producción de aceite de oliva se ha expandido a más de 66 países, desafiando la idea tradicional de que el olivo termina donde acaba el Mediterráneo. La evolución responde a cambios climáticos y a la disminución de la población rural activa en la agricultura.

El olivar en seto, con 450,000 hectáreas, ha generado una nueva olivicultura de precisión, optimizando recursos y transformando la cultura del olivo. En lugares inusuales como Arabia Saudita, Argentina y China, ha impulsado la demanda global de aceites de oliva, generando almazaras innovadoras que superan a muchas naciones productoras.

Estas almazaras, con capacidades excepcionales, enfrentan desafíos logísticos debido al tamaño de las explotaciones y la corta temporada de cosecha. El resultado es una nueva tipología de almazaras, destacando la importancia del campo en la agroindustria.

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Mostramos a continuación el artículo de opinión publicado en el economista.es el 17 de febrero de 2024 por D. Juan Vilar Hernández, analista oleícola internacional, consultor estratégico, profesor de la UJA y agricultor, bajo el título:

La olivicultura moderna, un condicionante para su agroindustria

En 1980 había en el Planeta del orden de 7,5 millones de hectáreas plantadas de olivar, fundamentalmente tradicional, repartidas en 23 países de los 5 continentes, en su mayor parte de secano, y entre los paralelos 35° y 45° de latitud norte, pues en el hemisferio sur, aunque ya había algún olivar, no se había desarrollado como cultivo económico de relevancia, aunque a posteriori se desenvolvió entre los 35º y los 41º sur. Hoy en día, ha quedado desactualizada la frase del poeta francés George Duhamel «donde el olivo se termina, acaba el Mediterráneo».
De forma gradual, el desarrollo de la olivicultura, con olivares intensivos, en la década de los 60, empieza a desplazar a partir de la segunda mitad de la década de los 80 a olivares tradicionales donde la dotación de agua lo permitía, o a sustituir a cultivos de diferente índole, como cereal, oleaginosas, etc. llegando en la actualidad a suponer en el Planeta 2,5 millones de hectáreas, el 22% del total de la superficie actual de olivar, con entre 300 y 600 árboles por hectárea y con un rango de mecanización superior al tradicional.
En el mismo sentido, durante la década de los 80 surge otra olivicultura más avanzada, en este caso, con algo más de densidad, denominado olivar de alta densidad, con un número de plantas que podría oscilar de entre 600 y 900 por hectárea, mucho más mecanizable. En este caso supone el 6%.
En 1995 y teniendo como origen Finca Valonga, en Huesca, surge otro tipo de olivicultura, el olivar en seto, ostentando en la actualidad casi el 4% del total de la superficie de olivar del mundo, que actualmente supera los 11,6 millones de hectáreas. Haciendo un símil comparativo, el olivar que cubre el Planeta, supone un área parecida a la superficie de Andalucía o Portugal.
Por lo tanto, tras 42 años hemos pasado a una situación inédita, pues en el Planeta ya hay más de 66 países que producen aceite de oliva, suponiendo el olivar tradicional menos del 68% del total del área cultivada de olivos. En países como Canadá, por encima de los 46º latitud norte, o en la Patagonia argentina, por debajo de los 41º latitud sur, están las almazaras más alejadas en términos australes y boreales respectivamente.
Esta evolución, tanto en la forma de cultivar el olivar, como en los lugares de cultivo, está vinculada a dos razones. En primer término, al modo en que se está radicalizando el clima y las anomalías que ello conlleva en unas y otras zonas, y por otro, a que la población rural dedicada a la agricultura de forma activa ha pasado, en menos de 50 años, de ser del 42%, a preverse que en 2050 no alcance el 20%, siendo para Europa menos del 4%, mientras que para África, resultaría algo inferior del 40%.
Centrándonos en el olivar en seto, en la actualidad supone una superficie de 450.000 hectáreas, y se está adecuando en función de los dos factores mencionados anteriormente, la combinación entre una mayor adaptabilidad del olivo a nuevas áreas geográficas, y la falta de disponibilidad de mano de obra en ciertas zonas.
Poniendo este tipo de olivar en contexto, una campaña normal genera una producción de aceituna de casi 3,3 millones de toneladas, una cuantía de casi 450.000 toneladas de aceite de oliva, fundamentalmente virgen extra, casi el 36% del obtenido en el mundo. La cifra de negocios que genera dicho tipo de olivar es de más de 2.000 millones de euros por campaña.
Actualmente se han creado una docena de microentornos de olivicultura, vinculados a su agroindustria, cuya idiosincrasia, nivel tecnológico aplicado, conocimiento, experiencia y modo de trabajo es distinto, e igual entre ellos. De las 10 almazaras más evolucionadas, y de mayor rango de molturación del planeta, 9 se encuentren en zonas deslocalizadas de las zonas habituales de olivar, donde entre otros factores, el olivar en seto ha ejercido como palanca transformadora de innovación, divulgador de la cultura del olivo, y fomento del consumo de aceites de oliva. Arabía Saudí, Argentina, Chile, California (USA), Australia, Alentejo Portugués, China, etc., son lugares no habituales donde se ha plantado olivar en seto, y que anteriormente no contaban este tipo de cultivo.
¿Cuáles han sido sus efectos? El primero, crear un incremento de demanda de aceites de oliva, generando países con un déficit productivo y un elevado consumo que en momentos como el actual sustentan una demanda de calidad. En otro orden de cosas, han creado una nueva olivicultura de precisión, lo que optimiza el uso de recursos como la energía, los agroquímicos, o el agua, y con explotaciones que era inverosímiles hasta ahora en el ámbito de la olivicultura, que en la mayor parte de las veces superan las 2.000 hectáreas de superficie, llegando hasta las más de 7.000, en una sola linde.
Dichos entornos, en términos de agricultura, generan una necesidad de recolección, por el tamaño de las explotaciones y la disponibilidad de recursos, que en ocasiones, y por finca, superan los 4 millones de kilogramos diaria, lo que dificulta la actividad debido a lo corto de la campaña y a la idiosincrasia del fruto en su molturación, por lo que se ha generado una nueva tipología de almazaras (tan solo una de estas produce más aceite de oliva que los 55 países productores de aceite de oliva no principales de forma conjunta).
El 70% de estas almazaras superan los 100 millones de kilogramos de aceituna molturada por campaña, disponen de maquinaria eficiente, y con capacidades que hacen que produzcan más de 1 millón de kilogramos de aceite de oliva virgen extra en un solo día y requieren de un nivel de formación, experiencia, coordinación, tecnología, y coordinación propios de proyectos de la talla de los dirigidos por Pierre Satre, ingeniero jefe, y responsable del Aérospatiale-BAC Concorde, poniendo de manifiesto una vez más, que el campo condiciona los eslabones posteriores, y en especial a la agroindustria, las almazaras.

Juan Vilar Hernández

 


 

Aumento significativo de humedad de suelo en diciembre

Dentro del proyecto Gen4Olives, en el que trabajan conjuntamente la empresa italiana Agricolus y la española BrioAgro, para entender mejor la evolución en los últimos meses y el cambio que ha traído el mes de diciembre mostramos tres gráficas: 1) de pluviometría , 2) humectación de hojas, pero la más significativa es la 3) de humedad del suelo. Esta gráfica refleja un notable aumento de la humedad en las raíces más superficiales, alcanzando niveles de agua fácilmente disponible, algo que los olivos de secano ya habían olvidado.

A pesar de una mejora en la humedad del suelo gracias a las lluvias de los primeros días de diciembre, unidas a las últimas lluvias de octubre y noviembre ya habían mejorado la aceituna en el árbol. Se observa que mientras la aceituna que aún permanece en el árbol sigue aumentando en peso, no sabremos hasta la recolección si se incrementará el rendimiento graso de las mismas. En cualquier caso, ya se ha iniciado la recolección en las fincas en muchas parcelas, lo que indica que la recolección generalizada se llevará a cabo en la mayoría de las fincas durante el mes de diciembre. Tras el paso del los frentes que han traído lluvias a principios de diciembre, se ha registrado un aumento de la temperatura. Confiamos en que esta subida no se intensifique para poder tener margen de cara a la logística de la recolección.

Precios y Rendimientos.

El comienzo de la recogida de la aceituna ha puesto de manifiesto que la producción de aceite puede ser incluso peor a la del pasado año y a las previsiones recogidas en el aforo oficial, debido no solo a que haya menos kilos, sino sobre todo a los bajos rendimientos.

Si el rendimiento graso previsto de media en el aforo oficial de la Junta de Andalucía era de un 21%, se están recogiendo aceitunas con rendimientos que oscilan entre un 14 y 20%. Hay que tener en cuenta que tres puntos menos de rendimiento se puede traducir entre un 15 y un 20% menos de aceite por kilo de aceituna.

Se le suma que a pesar de que los últimos datos de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) recogían que las existencias de aceite a 31 de septiembre eran de apenas 247.284 toneladas, el precio está bajando situándose ya, esta última semana, a 7,23 euros de media el kilo de aceite.

Cómo las lluvias y los precios están retrasando la recolección de la aceituna

Cada mes, analizamos la evolución de las fincas de secano del proyecto GEN4OLIVES, ubicadas en Estepa. Además de evaluar con criterios técnicos cómo evoluciona el cultivo y los indicadores que monitorizamos, hemos observado que las lluvias abundantes de la segunda quincena de octubre han aportado una mayor humedad al suelo, como detallaremos, y que esa disponibilidad de agua se ha prolongado hasta finales de noviembre.

Sin embargo, la evolución de los precios ha influido en la extensión de la campaña o el retraso en la recolección.

La evolución de los precios del aceite de oliva en origen en 2023 ha sido notable. El aceite de oliva para el consumidor se ha encarecido en un 107% de media desde enero de 2022 hasta septiembre de 2023, según FACUA-Consumidores en Acción. Es importante destacar que el precio en origen del aceite de oliva es el precio a granel al que las almazaras y cooperativas venden su producción. Este precio se establece en kilogramos y toneladas, no en litros, debido a que resulta más fiable medir la cantidad de aceite por su masa que por volumen.

A lo largo de 2023, el precio del AOVE en origen se ha mantenido relativamente estable durante los primeros meses del año, a la espera de las expectativas de cosecha para la campaña 2023-2024. A principios de octubre, el precio no bajaba de los 8,50€/kg, y en noviembre, parece que debido a la flexibilidad que muestran las almazaras para cerrar contratos de aceites virgen extra, los nuevos precios rondan los 8,00€/kg.

En última instancia, el encarecimiento se debe al retraso en la recolección de la aceituna debido a su bajo rendimiento, y a que, debido al incremento de kilos propiciado por las lluvias de octubre y las previstas en diciembre, algunos productores de secano aguantarán todo lo posible para incrementar esos kilos de aceite.

Fuentes de la cooperativa Oleoestepa consultadas por Agropopular (programa de radio en España que aborda temas agrícolas, climáticos y políticas relevantes para la comunidad rural) han detallado que el reciente encarecimiento se ha debido a que se está retrasando la recolección de la aceituna a raíz de su bajo rendimiento. Fuente: «El precio del aceite de oliva se monta en la montaña rusa«

Presentamos las Gráficas de Humedad del Suelo de una finca de olivos de la almazara Manzanilla. En las gráficas se observa que la humedad se ha mantenido baja, indicando claramente un estrés hídrico. No obstante, se registra una mayor disponibilidad en noviembre en comparación con principios de octubre, con más de 62 litros por metro cúbico en los días de mayor disponibilidad y 28 litros por metro cúbico en los de menor.

A continuación, presentamos la evolución en octubre y noviembre del indicador NDVI en una de las fincas monitorizadas en Estepa.

El seguimiento del Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI) en las fincas de Estepa, Sevilla, ofrece perspectivas valiosas sobre el comportamiento de la vegetación en el período que abarca desde principios de octubre hasta finales de noviembre. Durante este lapso, se observa un crecimiento notable en las mediciones del NDVI, indicando un cambio significativo en la salud y densidad de la vegetación.

El incremento del 52%, desde un valor inicial de 0,214 hasta alcanzar los 0,325, subraya el impacto positivo de las lluvias y posteriores días despejados para obtener una buena fotografía libre de nubes. Este crecimiento sustancial en el NDVI no solo destaca la respuesta positiva de la vegetación a condiciones meteorológicas, sino que también sugiere una mejora general en la productividad y la calidad del entorno vegetal.

Difícil primavera para el olivar de secano

Este año se ha presentado una difícil primavera para el olivar de secano, a pesar de ello el proyecto Gen4olives sigue evolucionando, con grandes dificultades que han empezado a manifestarse durante este mes de abril, tradicionalmente lluvioso pero que este año no ha traído ni una gota al sur de la provincia de Sevilla. Además, se ha visto agravado por las altas temperaturas en semanas decisivas para la floración, lo cual ha generado un déficit hídrico excesivamente alto para esta época del año.

En esta información, nos centramos en los datos de la Finca Santa Bárbara, ubicada en Lora de Estepa, Sevilla. Mostramos los datos de humedad del suelo a 2 profundidades desde enero hasta junio, donde se puede apreciar el estrés hídrico en las raíces del olivar a diferentes niveles, llegando incluso al punto crítico de marchitez permanente durante varios días.

Enfocándonos en abril y la primera quincena de mayo, analizaremos el déficit hídrico en la parte aérea del olivar, donde se observa que el cultivo ha experimentado muy pocos días/horas con niveles de humedad admisibles. La mayor parte del tiempo, los niveles se han mantenido altos y fuera del rango admisible, lo que indica un verdadero estrés hídrico en los árboles, con poca cantidad de agua por kilogramo de aire.

Por último, cabe destacar que nuestra zona de medición con sensores continúa proporcionando datos confiables para su posterior análisis. Además, hemos mejorado la zona de seguimiento con imágenes al instalar una segunda cámara en la Finca Santa Bárbara. Con esta nueva adición, podemos realizar un seguimiento en 360 grados y, gracias a Agricolus, hemos colocado placas con códigos QR en cada árbol para identificarlos en las imágenes.

En la foto se puede apreciar la cámara en el centro de la calle, a la derecha están los sensores de clima y suelo de BrioAgro, y en los olivos se encuentran los códigos QR para el seguimiento.

Las soluciones frente a la sequía se encuentran en la tecnología punta

El diario austriaco DerStandard responde a la pregunta ¿donde están las soluciones? Destacando de BrioAgro sus innovaciones de tecnología punta para ayudar a la agricultura ante la escasez de agua, consecuencia del cambio climático.
El pasado 1 de mayo publicaba el prestigioso periódico austriaco «Der Standard» un artículo sobre: STAUBTROCKENE ÄCKER (LOS CAMPOS SECOS), titulado: La sequía en España pone a los agricultores en estado de emergencia: ¿qué significa eso para los precios de las verduras? En el artículo se centra en profundidad de la realidad de un país «Despejado y cálido» conocido así por los millones de turistas que lo visitan cada año, un país cuyo futuro se ve amenazado por una «interminable sequía es una pesadilla para la agricultura y la ganadería». Incluimos parte del artículo donde hace referencia a BrioAgro y a sus colaboradores:

¿Dónde están las soluciones?

Las soluciones se encuentran en tecnología de punta, digitalización y tecnología de sensores. No es que el Almería no pensara y planificara con antelación. Incluso si las consecuencias del cambio climático probablemente eclipsarán las previsiones. Sin el uso generalizado del riego por goteo durante décadas, casi nada crecería en España de todos modos. Y se utiliza claramente en la plantación extensiva de olivos o en viticultura. “El ahorro de agua está en el corazón de nuestra empresa”, dice a STANDARD José Luis Bustos, responsable de BrioAgro. Desde los inicios de su startup, ahora puede contar con más de 500 instalaciones, casi 100 de ellos clientes muy reconocidos. Y sin dejar su foco puesto en el «mar de plástico» cercano a Almería entre El Ejido, Roquetas del Mar y el Campo de Níjar, en el parque natural de Cabo de Gata o en las costas de la comunidad autónoma de Murcia, donde se encuentran las «invernaderos vegetales de Europa». También en Portugal, Italia y otras regiones españolas donde el agua de lluvia es escasa, como Cataluña, Aragón, en Navarra o cerca de Valladolid (Castilla y León). .

Satélite y solar

Sus clientes incluyen productores de cultivos de hoja y lechuga para una cadena de comida rápida estadounidense. No importa si se trata de cítricos o frutas y verduras subtropicales que requieren mucha agua, como el aguacate, que se produce también en el sur de España: «La mayoría de los agricultores confían en sus ojos cuando se trata de riego», continúa Bustos: «Pero nuestro sistema está completamente automatizado, con análisis de imágenes satelitales y sensores alimentados por energía solar para la medición hidrológica, somos mucho más precisos». Bustos está trabajando actualmente en múltiples proyectos vinculados con el ahorro de agua, como un proyecto de la UE (Gen4Olives) con España e Italia para analizar minuciosamente los olivos que crecen sin aporte de riego durante un año extremo. Bustos insiste que además de soluciones en tecnología, hay un un concepto global que va desde la renaturalización del paisaje fluvial, la plantación de árboles en altura para almacenar agua hasta el embalse del agua del río en la desembocadura del mar, pasando por la reutilización de las aguas usadas y, por supuesto, la expansión de la desalinización de agua de mar. Cada gota cuenta aquí, porque después de que el nivel de las aguas subterráneas locales haya descendido drásticamente durante décadas, no hay lluvia suficiente para su reposición. La desalinización del agua de mar está proporcionando el agua necesaria para el cultivo cerca de la costa. «El agua desalada es más cara, pero aún así, es mejor que no tener agua», dice Bustos. Además, los avances tecnológicos han reducido significativamente el coste de la desalinización. Él ve otra oportunidad futura en los geles biodegradables que almacenan agua y nutrientes en el área de la raíz y los liberan cuando se necesitan. Y dado que los sellos orgánicos no dan ninguna indicación sobre el uso del agua, Bustos es partidario de que el consumo de agua del producto sea trazable para los consumidores.

«Cada vez más restrictivo»

Roberto Chaves Álvarez de Deeper Agro 4.0 y Fuensol 2006, con sede en Valladolid (Castilla y León), trabaja con 14 contratistas de riego en la cuenca del río Duero, una importante región vitivinícola del centro de España. “Actualmente se está reduciendo significativamente el consumo de agua”, dice en la entrevista de STANDARD. «Solo regamos con agua subterránea, actualmente el límite es de alrededor de 4.800-6.000 metros cúbicos por hectárea. Cada vez es más restrictivo cuando se trata de regar nuestra superficie». Las reservas de aguas subterráneas estarían al límite y difícilmente se llenarían con lluvias y nevadas. Se cultivan menos patatas o remolachas y también, debido a la subida de los precios, más trigo y girasoles. En el caso del vino, Ribera de Duero y Rueda, la subida de precios esperada para los clientes de Austria está más ligada a los precios más altos de la botella y el corcho y el transporte que a la falta de agua, subraya Chaves Álvarez: “Pero años secos y calurosos También puede ser bueno para las cosechas de vinos excelentes, como el año pasado».
A farmer on the outskirts of Madrid. The agricultural producers won't let themselves be defeated that quickly, many of them know how to deal with the drought better and better.
Photo: AP/Paul White

Los precios aumentaron

A la pregunta de STANDARD, la WKO dijo “que cada vez es más difícil cultivar frutas y hortalizas en España debido al cambio climático”. Sin embargo, también ha habido cosechas récord en los últimos años porque los productores son flexibles, utilizan nuevas tecnologías y, por lo tanto, se están volviendo más efectivos. Sin embargo, el año anterior fue un año más débil con menos rendimiento, lo que hizo subir los precios alrededor de un diez por ciento. Esto también se reflejó en las exportaciones a Austria, donde los volúmenes cayeron o se estancaron. Sin embargo, los resultados de la cosecha a menudo difieren de un cultivo a otro. Por ejemplo, la cosecha de fresas de este año no ha sido buena (octubre demasiado caluroso, enero y febrero demasiado fríos), mientras que la de albaricoques será abundante. Según los expertos, la ola de calor actual no provoca por sí misma un cambio importante en los rendimientos y precios, porque las olas de calor en España son hasta cierto punto normales. “Sin embargo, si hay tantos días calurosos como el año anterior (cuando la temperatura anual fue un 1,7 por ciento más alta que el período de referencia 1981-2010) y la precipitación será inferior al promedio (año anterior 84 por ciento del período de referencia 1981-2010) 2010), volveremos a ver un año desafiante», según la WKO.

¿Hay futuro bajo plástico?

La ingeniera agrónoma italiana Francesca Berti de Bolonia, está trabajando en su tesis doctoral en la universidad de Almería y trabajando en BrioAgro. Sin embargo, su tema no es la gestión del agua, sino los sustratos y fertilizantes biológicos, que desarrolla a partir de los residuos de la producción agrícola de la región y también de las algas. «La agricultura de invernadero es un sistema complejo y holístico«, dice ella. «Todos los elementos juegan juntos: por supuesto, el agua, los nutrientes, el sustrato como el suelo y el calor». Con la tecnología digital y de sensores, el proceso de crecimiento hasta el producto final puede hacerse extremadamente eficiente y optimizarse continuamente», da esperanza: y los factores de estrés como la falta de agua o el calor extremo pueden reconocerse temprano y contrarrestarse. Fuente: Jan Marot, 1 de mayo de 2023 – derstandard.at

España ya era una potencia en el aceite de oliva en el siglo II

La historia no para de reconocer la experiencia que desde siglos ha tenido España en la elaboración de aceite de oliva.

Si algún día visitan Sevilla, podrán encontrar a los pies de la Giralda una prueba de la potencia de Hispania en esta producción y comercio, más concretamente la que tenía como origen la BAETICA, la actual Andalucía.

Lápida con inscripción en latín en la base inferior derecha de la Giralda de Sevilla.
RIPAM BAETIS (La ribera del río Betis, el actual Guadalquivir)

La inscripción data de la segunda mitad del siglo II d.C. (CIL II, 1180), homenajea al caballero Sextus Iulius Possesor, hijo de Iulio, haciendo un repaso exhaustivo del curriculum existencial que había acumulado a lo largo de toda una vida repleta de cargos y responsabilidades; entre los cuales el de ayudante del prefecto de la annona, comisionado por el Estado para garantizar el abastecimiento de aceite de oliva bético y africano a Roma, y el de PROCURATOR AD RIPAM BAETIS. Este último cargo lo hacía responsable de regular y sustentar la navegabilidad del futuro Guadalquivir, de sus diques, sus puertos y sus canales contrarrestando de paso las consecuencias más o menos desastrosas de las inundaciones periódicas; de garantizar el carácter público de la vía fluvial y de mantener el buen estado de sus riberas e instalaciones portuarias; de conservar limpio y bien drenado el cauce, en un río de amplísima morfología que arrastra mucho lodo y tiene una madre bastante inestable; del correcto mantenimiento de los caminos de sirga, y de pagar y controlar a los mercaderes del aceite de oliva, envasadores, transportistas y corporaciones de barqueros (scapharii), directamente bajo su jurisdicción. Fueron éstos, en concreto, quienes le dedicaron el homenaje en Hispalis por la honradez desplegada en el ejercicio de sus funciones.

Mapa de la BAETICA (Gran parte del territorio actual de Andalucía)

Hay otras muchas pruebas que se han encontrado en los sellos de las ánforas romanas de aceite de oliva, como la que se muestra en la imagen inferior, donde, no sin dificultad, se puede leer: P O R P A H

P O R P A H – Inscrito en el asa de una ánfora de aceite de oliva romana.
  • POR, es posible que hiciera referencia a Portus o su almacén de aceite
  • PAH, es posible que hiciera referencia a Publius Haelius Adriano, el padre del emperador Adriano

Es decir, posiblemente la fuente de riqueza de la familia del posterior emperador Adriano, tendría su origen en los olivos de la Bética y las ganancias del aceite de oliva suministrado a Roma desde Hispania.

Ya saben, la próxima vez que visiten Sevilla, no dejen de hacerse una foto junto a la Giralda, y ya pueden contar una historia tan interesante como esta al identificar la base de la conocida como Giganta.

Fuente: academia.edu

Los olivos

El olivar esta repartido por toda la geografía española y concentrado, en su mayoría, en tierras andaluzas. Estos árboles pueden crecer en suelos pobres en nutrientes, siempre que estén bien drenados y necesitan mucho sol para producir el fruto e inviernos moderados para que éste se desarrolle, por ello, los olivos son un cultivo adecuado para esta zona del sudeste español.

Antes de plantar los olivos hace falta un trabajo previo par acondicionar el terreno. El proceso consiste en quitar las raíces de otros arboles y arbustos, nivelar la tierra, etc. Una vez se ha conseguido la limpieza, los agricultores expertos aconsejan cultivar cereales durante un periodo de 1 o 2 años para eliminar todas las raíces que hayan quedado y minimizar la incidencia que esas raíces putrefactas puedan afectar a los arboles.

A la hora de plantar el árbol, se debe arar la tierra y antes de añadir ningún fertilizante, se recomienda realizar un análisis del suelo, recogiendo muestras a diferentes profundidades. También se tiene en cuenta la fechas en las que los agricultores recomiendan dicha plantación; se habla de febrero o marzo en las zonas más frías para con ello evitar el peligro de las heladas y, noviembre y diciembre en las zonas de clima templado.

Otro aspecto que el agricultor debe tener en cuenta, es el esquema de plantación de los olivos. Este, dependerá del sistema de cultivo que se vaya a aplicar y, que corresponde al criterio de plantación bien sea intensivo o no. Si hablamos de un suelo fértil y una zona donde abundan las lluvias la densidad de árboles será mayor. Por otro lado, si hablamos de un suelo poco fértil se reduce la plantación a menos de 200 árboles por hectárea.

La poda es necesaria para adaptar los árboles olivos a las condiciones climáticas de la zona y para aumentar la productividad de la plantación. los objetivos de la poda son, equilibrar la masa de vegetación con la producción de frutos, reducir las etapas no productivas, prolongar la productividad, retrasando así su senectud.

Tanto el riego, como el cuidado de los factores externos que afectan a la plantación, o la cantidad elementos (calcio, potasio, fósforo, magnesio, boro) son aspectos que pueden controlarse mediante la sensorización de dichos agentes mediante el análisis de la conductividad, la temperatura, incluso bajo tierra. Sensorización que nos permite saber que es lo que necesita nuestra plantación para que con ello consigamos un producto de alta calidad y evitemos poner en peligro nuestro cultivo por incidencias del tiempo, plagas y enfermedades.

 

 

Foto Olivos

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