Análisis de la olivicultura moderna y su agroindustria

Para poder analizar la olivicultura moderna, debemos empezar en 1980, donde el olivar tradicional abarcaba 7.5 millones de hectáreas en 23 países, principalmente entre los paralelos 35° y 45° de latitud norte. Hoy, la olivicultura ha evolucionado con olivares intensivos y de alta densidad, representando el 22% y 6%, respectivamente, de las 2.5 millones de hectáreas de olivar en el mundo. Además, el olivar en seto, que surgió en 1995, ocupa casi el 4% de la superficie total de olivar, adaptándose a cambios climáticos y escasez de mano de obra.

La producción de aceite de oliva se ha expandido a más de 66 países, desafiando la idea tradicional de que el olivo termina donde acaba el Mediterráneo. La evolución responde a cambios climáticos y a la disminución de la población rural activa en la agricultura.

El olivar en seto, con 450,000 hectáreas, ha generado una nueva olivicultura de precisión, optimizando recursos y transformando la cultura del olivo. En lugares inusuales como Arabia Saudita, Argentina y China, ha impulsado la demanda global de aceites de oliva, generando almazaras innovadoras que superan a muchas naciones productoras.

Estas almazaras, con capacidades excepcionales, enfrentan desafíos logísticos debido al tamaño de las explotaciones y la corta temporada de cosecha. El resultado es una nueva tipología de almazaras, destacando la importancia del campo en la agroindustria.

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Mostramos a continuación el artículo de opinión publicado en el economista.es el 17 de febrero de 2024 por D. Juan Vilar Hernández, analista oleícola internacional, consultor estratégico, profesor de la UJA y agricultor, bajo el título:

La olivicultura moderna, un condicionante para su agroindustria

En 1980 había en el Planeta del orden de 7,5 millones de hectáreas plantadas de olivar, fundamentalmente tradicional, repartidas en 23 países de los 5 continentes, en su mayor parte de secano, y entre los paralelos 35° y 45° de latitud norte, pues en el hemisferio sur, aunque ya había algún olivar, no se había desarrollado como cultivo económico de relevancia, aunque a posteriori se desenvolvió entre los 35º y los 41º sur. Hoy en día, ha quedado desactualizada la frase del poeta francés George Duhamel «donde el olivo se termina, acaba el Mediterráneo».
De forma gradual, el desarrollo de la olivicultura, con olivares intensivos, en la década de los 60, empieza a desplazar a partir de la segunda mitad de la década de los 80 a olivares tradicionales donde la dotación de agua lo permitía, o a sustituir a cultivos de diferente índole, como cereal, oleaginosas, etc. llegando en la actualidad a suponer en el Planeta 2,5 millones de hectáreas, el 22% del total de la superficie actual de olivar, con entre 300 y 600 árboles por hectárea y con un rango de mecanización superior al tradicional.
En el mismo sentido, durante la década de los 80 surge otra olivicultura más avanzada, en este caso, con algo más de densidad, denominado olivar de alta densidad, con un número de plantas que podría oscilar de entre 600 y 900 por hectárea, mucho más mecanizable. En este caso supone el 6%.
En 1995 y teniendo como origen Finca Valonga, en Huesca, surge otro tipo de olivicultura, el olivar en seto, ostentando en la actualidad casi el 4% del total de la superficie de olivar del mundo, que actualmente supera los 11,6 millones de hectáreas. Haciendo un símil comparativo, el olivar que cubre el Planeta, supone un área parecida a la superficie de Andalucía o Portugal.
Por lo tanto, tras 42 años hemos pasado a una situación inédita, pues en el Planeta ya hay más de 66 países que producen aceite de oliva, suponiendo el olivar tradicional menos del 68% del total del área cultivada de olivos. En países como Canadá, por encima de los 46º latitud norte, o en la Patagonia argentina, por debajo de los 41º latitud sur, están las almazaras más alejadas en términos australes y boreales respectivamente.
Esta evolución, tanto en la forma de cultivar el olivar, como en los lugares de cultivo, está vinculada a dos razones. En primer término, al modo en que se está radicalizando el clima y las anomalías que ello conlleva en unas y otras zonas, y por otro, a que la población rural dedicada a la agricultura de forma activa ha pasado, en menos de 50 años, de ser del 42%, a preverse que en 2050 no alcance el 20%, siendo para Europa menos del 4%, mientras que para África, resultaría algo inferior del 40%.
Centrándonos en el olivar en seto, en la actualidad supone una superficie de 450.000 hectáreas, y se está adecuando en función de los dos factores mencionados anteriormente, la combinación entre una mayor adaptabilidad del olivo a nuevas áreas geográficas, y la falta de disponibilidad de mano de obra en ciertas zonas.
Poniendo este tipo de olivar en contexto, una campaña normal genera una producción de aceituna de casi 3,3 millones de toneladas, una cuantía de casi 450.000 toneladas de aceite de oliva, fundamentalmente virgen extra, casi el 36% del obtenido en el mundo. La cifra de negocios que genera dicho tipo de olivar es de más de 2.000 millones de euros por campaña.
Actualmente se han creado una docena de microentornos de olivicultura, vinculados a su agroindustria, cuya idiosincrasia, nivel tecnológico aplicado, conocimiento, experiencia y modo de trabajo es distinto, e igual entre ellos. De las 10 almazaras más evolucionadas, y de mayor rango de molturación del planeta, 9 se encuentren en zonas deslocalizadas de las zonas habituales de olivar, donde entre otros factores, el olivar en seto ha ejercido como palanca transformadora de innovación, divulgador de la cultura del olivo, y fomento del consumo de aceites de oliva. Arabía Saudí, Argentina, Chile, California (USA), Australia, Alentejo Portugués, China, etc., son lugares no habituales donde se ha plantado olivar en seto, y que anteriormente no contaban este tipo de cultivo.
¿Cuáles han sido sus efectos? El primero, crear un incremento de demanda de aceites de oliva, generando países con un déficit productivo y un elevado consumo que en momentos como el actual sustentan una demanda de calidad. En otro orden de cosas, han creado una nueva olivicultura de precisión, lo que optimiza el uso de recursos como la energía, los agroquímicos, o el agua, y con explotaciones que era inverosímiles hasta ahora en el ámbito de la olivicultura, que en la mayor parte de las veces superan las 2.000 hectáreas de superficie, llegando hasta las más de 7.000, en una sola linde.
Dichos entornos, en términos de agricultura, generan una necesidad de recolección, por el tamaño de las explotaciones y la disponibilidad de recursos, que en ocasiones, y por finca, superan los 4 millones de kilogramos diaria, lo que dificulta la actividad debido a lo corto de la campaña y a la idiosincrasia del fruto en su molturación, por lo que se ha generado una nueva tipología de almazaras (tan solo una de estas produce más aceite de oliva que los 55 países productores de aceite de oliva no principales de forma conjunta).
El 70% de estas almazaras superan los 100 millones de kilogramos de aceituna molturada por campaña, disponen de maquinaria eficiente, y con capacidades que hacen que produzcan más de 1 millón de kilogramos de aceite de oliva virgen extra en un solo día y requieren de un nivel de formación, experiencia, coordinación, tecnología, y coordinación propios de proyectos de la talla de los dirigidos por Pierre Satre, ingeniero jefe, y responsable del Aérospatiale-BAC Concorde, poniendo de manifiesto una vez más, que el campo condiciona los eslabones posteriores, y en especial a la agroindustria, las almazaras.

Juan Vilar Hernández

 


 

Como aprovechar el agua que tenemos en España

Reproducimos íntegramente el artículo publicado el sábado 10/02/2024 en THE OBJECTIVE debido al interés y detalle que presenta. Escrito por Luis del Rivero, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, quien fue presidente de Sacyr y vicepresidente de Repsol.

Título Original: España tiene agua de sobra, hay que saber aprovecharla
Subtítulo: «La solución consiste en emplear 30.000 hm3 de agua al año más en regadíos y basar el sistema energético en fuentes propias como sol, viento, nuclear y agua»

Comencemos por hablar brevemente del agua en Europa, con el fin de ir rompiendo toda una serie de mantras que se repiten sistemáticamente, consiguiendo hacer realidad el dicho de Goebbels «una mentira mil veces repetida se convierte en una verdad». 

Durante este artículo utilizaremos como medida de volumen de agua el hectómetro cúbico (hm3), por ser la utilizada usualmente al tratar las magnitudes de las cantidades de agua en un país. 

A continuación, les invito a analizar el Cuadro nº 1, en el cual figuran ordenados los países de Europa según las aportaciones de agua de lluvia que recibe, encontrándose España en el segundo lugar tras Francia y delante de Alemania e Italia, que serán los cuatro países que analizaremos para ver la cantidad de agua relativa en España.

Tengamos ahora en cuenta, no la superficie de cada país, sino las hectáreas útiles para la agricultura en cada uno de estos países, es decir, 27 millones de hectáreas para Francia, 17 millones de hectáreas para España, 16,9 millones de hectáreas para Alemania y 12,5 millones de hectáreas para Italia. 

Consideraremos ahora la población de Alemania en 84,5 millones de habitantes, la de Francia en 68,8 millones, la de Italia en 58,8 millones y la de España en 47,6 millones. Por lo tanto, el agua que llueve por habitante en cada uno de estos países es la siguiente: 

– 7.294 m3 para España. 

– 7.279 m3 para Francia. 

– 4.100 m3 para Italia. 

– 3.278 m3 para Alemania. 

Veamos ahora los metros cúbicos (m3) caídos del cielo por hectárea útil para estos cuatro países: 

– 20.400 m3 / ha. para Francia. 

– 20.382 m3 / ha. para España. 

– 19.288 m3 / ha. para Italia. 

– 16.450 m3 / ha. para Alemania. 

Estas cifras nos hacen ver que relativamente la situación de España para los usos en los cuales el agua es insustituible, es decir, regadío (lo que implica alimentación) y abastecimiento, es la mejor de Europa

Igualmente, en el cuadro nº 2 reflejamos la situación de España respecto a la tercera cualidad del agua, que la hace insustituible en la misión de acumulación de energía.

Cuadro nº 2 

En este cuadro se observa que España dispone de más de 56.000 hm3 de embalses y que, dada su orografía, con importantes diferencias de cota, la hacen perfectamente dotada para la acumulación de energía a través de las centrales de bombeo puro o reversibles, siendo una cuestión fundamental e imprescindible si se quiere avanzar en un sistema de energías renovables (eólicas, fotovoltaicas y termosolares) cuya distribución en el tiempo y en la frecuencia no se corresponde con las demandas, todo ello mucho más agravado si se pretende además, en contracorriente con el mundo, proceder al cierre en el año 2035 de los siete grupos nucleares actualmente en España. 

Todo esto nos hace ver que en España el concepto «agua» ha estado y está íntimamente asociado a la energía. Lo estuvo hasta los años 80, en los cuales la producción eléctrica provenía de las centrales térmicas de carbón y de los saltos hidráulicos. Lo está actualmente, acumulando con las centrales reversibles y de bombeo puro para utilizar los sobrantes nocturnos de los grupos nucleares Cortes de Pallás, Aguayo, etc. Y lo estará, puesto que en un sistema futuro, con una participación muy importante de la energía eólica y solar, no será posible su estabilidad sin una construcción importantísima y muy superior a la prevista en el actual PNIEC de centrales de bombeo puro, puesto que serán las únicas, junto a los ciclos combinados, que podrán dar estabilidad al sistema, tanto en el tiempo como en la frecuencia, y todo ello teniendo en cuenta que la dependencia del gas en un país no productor, mientras no se permita el fracking, se puede considerar que el gas es una bomba de relojería latente en el precio de la energía y en las cuentas del país. 

Volvamos ahora al agua de España. Los 346.500 hm3 que llueven en España son recogidos por los ríos (110.000 hm3), el resto se infiltra y se evapora. Las infiltraciones hacen que España posea acuíferos subterráneos, estimados en 350.000 hm3, de los cuales podrían extraerse, sin alterar su estado cuantitativo y cualitativo, 15.000 hm3 anuales. 

En el cuadro nº 3 se reflejan las aportaciones del régimen natural de los principales ríos de España en un año cualquiera, en concreto en 1998, y en otras dos hipótesis de reducción de las emisiones de CO2, bien en el año 2050 o en el año 2100. 

Cuadro nº 3 

Igualmente, en el cuadro nº 4 se refleja la aportación media, los volúmenes de embalse y las demandas totales de cada cuenca hidrográfica.

Cuadro nº 4 

Comentaremos ahora el siguiente cuadro (Cuadro nº 5), que refleja la síntesis de usos y demandas actuales en hm3 / año, según los Planes Hidrológicos de cuenca. 

Cuadro nº 5 

Esto nos hace ver que frente a unas aportaciones de 105.000 hm3, para no discutir hipótesis de cálculo afectadas por la teoría del cambio climático, nos encontramos con unos consumos en la península de 20.369 hm3, cifra que se puede ver en el cruce de la séptima columna y la cuarta fila empezando por la parte inferior. 

«El Tratado de Albufeira, de 1998, es muy perjudicial para los intereses de España»

En este momento tengamos en cuenta que entre los ríos principales de España, cuatro de ellos se pueden considerar internacionales por penetrar en Portugal o hacer frontera con este país, y están regulados por un tratado internacional de 1998, el Tratado de Albufeira, muy perjudicial para los intereses de España, pues obliga a entregar caudales anuales habiendo sido hecho el esfuerzo de regulación por la inversión española, pero a final de cuentas un tratado internacional, al cual debemos atenernos a rajatabla. 

A estos efectos, los dos puntos más importantes del Tratado de Albufeira exigen que España entregue en Saucelle en el río Duero y en la frontera España-Portugal un volumen anual mínimo de 3.800 hm3, y en Cedillo, el equivalente a Saucelle en el Tajo, un volumen anual de 2.700 hm3, debiendo dejar el Guadiana en Portugal 500 hm3 a su vuelta tras la penetración en Portugal al tramo fronterizo que termina en su desembocadura. 

Jugando con este cuadro podemos, por aritmética sencilla (restando de las aportaciones los consumos de cada río internacional y considerando el Tratado de Albufeira), ver el exceso de agua que se está pasando todos los años, en promedio unos 13.000 hm3 / año, superior al Tratado de Albufeira. Igualmente se puede ver el sobrante de la cuenca Miño-Sil, que supera los 10.000 hm3 anuales y que podía, caso de conectar las cuencas Miño-Sil / Duero / Tajo / Guadiana / Guadalquivir, aportar los volúmenes de Albufeira. 

Con todo esto, podemos suponer que la conexión antes citada nos podría hacer disponer de unos 20.000 hm3 anuales para servicio de toda la España atlántica, es decir, el total de las cuencas Guadalquivir, Guadiana, Tajo, Duero, Tinto-Odiel e incluso parte de las cuencas propias de Andalucía que se pudieran reforzar desde el Guadalquivir. 

Igualmente, observando la diferencia de aportaciones y de consumo en la vertiente mediterránea, básicamente en el Ebro y el Júcar, se podrían disponer de 10.000 hm3, que teniendo en cuenta la afectación en esta zona de los caudales ecológicos, no deberían pasar de 8.000 hm3, puesto que los caudales ecológicos en la vertiente atlántica no presentan problemas, al ser entregados volúmenes muy superiores como consecuencia del Tratado de Albufeira. 

«Los aportes de los ríos de España son 105.000 hm3 y los consumos son 20.369 hm3 »

Del cuadro se observa que el consumo para el abastecimiento está en 4.419 hm3 y el industrial en 1.633 hm3, es decir, un total de 6.000 hm3 entre ambos conceptos.

Por lo tanto, tenemos que los aportes de los ríos de España son 105.000 hm3, que los consumos son 20.369 hm3 y que, por lo tanto, disponemos de 85.000 hm3 para atender los compromisos de paso de agua a Portugal y la vertiente cantábrica, dejándola para un futuro lejano, y el montante total de los caudales ecológicos. 

Entremos ahora en los cuadros 6 y 7, en los cuales vamos a ver comunidad a comunidad y por tipo de riego, el volumen total de agua empleada en regadío, así como la superficie regada por comunidades autónomas, la superficie total de cultivo y la superficie geográfica.

Cuadro nº 7 

De estos cuadros nos vamos a quedar con la cifra de 15.500 hm3 para regar los 3,8 millones de hectáreas puestas en regadío actualmente. 

Ahora tenemos las aportaciones por un lado (105.000 hm3), el consumo en abastecimiento de industria (6.000 hm3), el abastecimiento en regadío (15.500 hm3), los caudales ecológicos que se pueden estimar en 4.000 hm3 en la cuenca mediterránea, 7.000 hm3 en Tratado de Albufeira y 30.000 hm3 en la vertiente cantábrica, de lo cual se desprende que no existe ningún problema para el abastecimiento y el regadío de España, pudiendo éste incrementarse de una manera muy sustancial mediante un plan mucho más ambicioso que ninguno de los considerados hasta el momento, y que tendría las consecuencias y resultados que más adelante expondremos. 

En este momento adjuntamos los cuadros de embalses.net del día 6 de febrero de 2024 de las cuencas Miño-Sil, Duero, Tajo y Ebro para comparar las medias de los 10 ejercicios anteriores con el momento presente, viendo los efectos beneficiosos de las conexiones de las cuencas. 

Cuadro nº 11 

Alcanzado este punto, un lector desapasionado podría pensar: «Si se dispone de agua, si ésta, además, está almacenada, ¿por qué tenemos tensiones de agua en España?». 

El primer punto que debemos considerar es que la misión de buena parte de los embalses de España es la producción de energía eléctrica e hidráulica y fueron construidos por empresas privadas con unos plazos de concesión entre los 50 y los 99 años, cuyas concesiones están próximas a sus vencimientos en algunos y en otros son susceptibles de proceder ordenada y pausadamente a reequilibrios económico-financieros de dichas concesiones, teniendo siempre por encima la meta de no dañar económicamente a las empresas energéticas propietarias de dichas concesiones, y sin las cuales el sistema energético español no podría funcionar, pero los intereses del país deben hacer tender a que estos embalses pasen a una situación AAA: Abastecimiento, Alimentación y Acumulación de energía con centrales de bombeo reversibles, únicas capaces de poder hacer posible un paso a descarbonización de la producción energética. 

En este momento conviene aclarar que hay dos formas de analizar estas cuestiones. La primera bajo el punto de vista de la soberanía energética y alimentaria del país, es decir, energía abundante, propia y barata. En el caso de España, fuente de producción eólica, termosolar, fotovoltaica, nuclear y centrales de bombeo puro y reversibles. La otra forma de analizar el problema es bajo el punto de vista de no emisión del CO2 o descarbonización, es decir, centrales eólicas, fotovoltaicas, termosolares, nucleares y centrales de bombeo puro y reversible. 

En consecuencia, ambas formas de ver el problema energía y agua en España son coincidentes, y no deberían estar sometidas a criterios ideológicos, sino de bienestar de la población, pleno empleo, seguridad del sistema de pensiones, cuentas públicas superavitarias, deuda cero, presupuestos con alto porcentaje de investigación, y todo ello es posible actuando conjuntamente en esta línea. 

En el mundo energético, formado por tres componentes (electricidad, movilidad y aporte de calor para procesos industriales), estas dos formas de analizar el problema vuelven a coincidir, debiendo la electrificación de medios propios o no productora de emisión de CO2 penetrar en la movilidad y en las producciones industriales, lo cual llevará a un incremento potente de las necesidades eléctricas, que sólo puede ser sustentado en un potente desarrollo de la potencia instalada fotovoltaica, eólica, incremento de las centrales nucleares y alargamiento de la vida útil de las mismas y un potentísimo desarrollo de las centrales de bombeo puro y reversibles, teniendo en cuenta que se prime la conexión en los nodos de energía de la producida por procesos que no emitan CO2, que no consuman agua y que utilicen materias propias del país, es decir, prioridad al suministro de energía procedente de centrales de bombeo sobre los ciclos combinados, puesto que estos últimos emiten por kW/h la mitad de CO2 que las centrales de carbón, y consumen gas natural desequilibrante de la balanza de pagos en tanto no se permitiera una explotación por fracking de los campos de Subijana (Álava). 

El año 2023 se ha cerrado con un valor de las exportaciones agrícolas de la no despreciable cifra de 75.000 millones de euros, con un superávit en este campo de 16.000 millones de euros, lo cual quiere decir que importamos 60.000 millones de euros, que podrían ser producidos en su mayor parte en España con las posibilidades del agua disponible que hemos visto, y capaces de multiplicar por 3 los regadíos existentes, que teniendo en cuenta que serían básicamente por aspersión y goteo (principalmente por el primero de ellos) necesitan una energía muy barata, como la que se tendría de un sistema basado exclusivamente en nuclear, eólica, fotovoltaica, termosolar y centrales reversibles y de bombeo puro sin prácticamente consumo de agua. 

Este desarrollo entre la mejora de la balanza de pagos, agrícola y la energética, nos permitiría caminar aceleradamente en la senda del círculo virtuoso antes comentado. 

Actualmente los nuevos regadíos, al ser todos con necesidad de energía, no necesitan fuertes nivelaciones de terreno, como se ha comprobado en el último millón de hectáreas puesto en riego básicamente en Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla-León y Aragón. 

«Los enemigos del incremento del riego son los caudales ecológicos, las CCAA en sus pugnas y la construcción de nuevos embalses»

Se dice por los expertos que los tres enemigos del incremento del riego en España son los caudales ecológicos, las comunidades autónomas en sus pugnas y la construcción de nuevos embalses por sus dificultades medioambientales. Podemos concluir que esas tres no son ningún obstáculo, porque nada de ello es necesario. Primero, los embalses ya están construidos, lo que es preciso es cambiar su naturaleza hidroeléctrica a su naturaleza AAA definida anteriormente. Las pugnas de las comunidades autónomas no existirían al disponer de una ingente cantidad de agua del orden de 30.000 hm3, el doble de lo utilizado en riego actualmente y la abundancia acabaría con la pugna. Por último, los caudales ecológicos se deben tratar con un conocimiento técnico, aplicándolo sin ideologías y que, en todo caso, no pasaría de 4.000 hm3 en la cuenca mediterránea, ya que no tienen importancia ni en el paso a Portugal ni en el Cantábrico. 

La situación actual fue pensada por los grandes ingenieros Benjumea, Lorenzo Pardo, Del Río, Sánchez Cuervo, Clemente Sáez, Peña Boeuf, Couchoud, Aixalá, Urbistondo, Mendiluce, Pliego y Benet, entre otros. Cabría imaginar qué pensarían estos señores ante las nuevas condiciones de contorno 100 años después de que se comenzara a pensar sobre estos temas, y que son: 

A) Pertenencia a un mercado sin fronteras de 450 millones de habitantes, el más potente económicamente del mundo, la Unión Europea. B) Puesta a punto de la energía nuclear, con gran experiencia en España y con lugares donde instalarla y mantenerla sin ningún tipo de oposición popular. 

B) Puesta a punto de la energía nuclear, con gran experiencia en España y con lugares donde instalarla y mantenerla sin ningún tipo de oposición popular.

C) Puesta a punto de la energía eléctrica procedente del viento.

D) Puesta a punto de la energía solar, tanto fotovoltaica como termosolar.E) País con 56.000 hm3 de embalses construidos frente a menos de 2.000 en 1925.

E) País con 56.000 hm3 de embalses construidos frente a menos de 2.000 en 1925.

F) Con las mismas diferencias de cota que hace 100 años y, por tanto, en perfectas condiciones para asumir las centrales de bombeo con la experiencia desarrollada desde 1980. 

G) Red eléctrica existente con posibilidad de ampliarla, al ser necesario un incremento de la electrificación para penetrar con soberanía energética o ausencia de emisión de CO2 en la movilidad y los procesos industriales. 

Seguro que personas dedicadas al pensamiento con amor a su patria y libres de todo prejuicio ideológico, pensarían en una solución parecida a la propuesta en este artículo, que en esencia consiste en emplear 30.000 hm3 de agua al año más en regadíos, basar el sistema energético en fuentes propias como sol, viento, nuclear y agua con diferencia de cotas, lo que llevaría al círculo virtuoso soberanía energética, alimentaria, cuentas superavitarias, deuda cero, pleno empleo, relleno demográfico de la España vaciada, seguridad de las pensiones, fuertes inversiones en investigación, orgullo para las generaciones presentes y futuras y ejemplo para los países hermanos del mismo idioma, castellano y portugués. 

«La desalación no podría llegar más allá de 2.000 hm3 y cercana a las franjas litorales»

Lo que seguramente no pensarían es en disminuir las superficies de riego porque amenazan el abastecimiento. Lo que seguramente tampoco pensarían es que no es necesaria la construcción de más embalses, pues nunca han estado llenos al 100 % todos. Y no lo pensarían teniendo en cuenta los actuales medios constructivos con las tuneladoras para la conexión de las cuencas, que no son ni mucho menos las dificultades que se tuvieron que enfrentar en 1970 durante la construcción del túnel de Talave con el hincado de la tuneladora Robbins. 

Tampoco pensarían en considerar como asintótico 4 millones de hectáreas de regadío, mantener tarifas eléctricas con costes marginales y derechos de emisión de CO2. Estarían preocupados de la función y no de sus derivadas, es decir, considerando la función la cantidad de agua disponible, y las derivadas la reutilización de las aguas residuales o la desalación, sin menospreciar estas derivadas, pero que conviene recordar que en la función que estamos hablando de 30.000 hm3, la reutilización como máximo podría ser de 3.000 hm3, teniendo en cuenta que en zonas como Murcia y Alicante ya se reutiliza el 100% de las aguas depuradas en su zona y equivalente al 25% de las aguas regeneradas en el total de Europa. 

Igualmente, la desalación no podría llegar más allá de 2.000 hm3 y cercana a las franjas litorales, y teniendo en cuenta que ya solamente en el Segura se emplean 250 hm3 de agua desalada. 

Finalmente, dos puntos a tener en consideración: 

A) El agua de España es propiedad de todos los españoles, con cuyo dinero se han construido todas las presas existentes en el país. 

B) La importancia económica del regadío salta a la vista considerando que finalizado el ejercicio 2023 los ingresos totales por turismo han alcanzado la cifra de 110.000 millones de euros.

  • Luis del Rivero es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Fue presidente de Sacyr y vicepresidente de Repsol.

Publicado el 10 de febrero de 2024.

FUENTE: https://theobjective.com/elsubjetivo/opinion/2024-02-10/espana-no-aprovecha-agua/

Aumento significativo de humedad de suelo en diciembre

Dentro del proyecto Gen4Olives, en el que trabajan conjuntamente la empresa italiana Agricolus y la española BrioAgro, para entender mejor la evolución en los últimos meses y el cambio que ha traído el mes de diciembre mostramos tres gráficas: 1) de pluviometría , 2) humectación de hojas, pero la más significativa es la 3) de humedad del suelo. Esta gráfica refleja un notable aumento de la humedad en las raíces más superficiales, alcanzando niveles de agua fácilmente disponible, algo que los olivos de secano ya habían olvidado.

A pesar de una mejora en la humedad del suelo gracias a las lluvias de los primeros días de diciembre, unidas a las últimas lluvias de octubre y noviembre ya habían mejorado la aceituna en el árbol. Se observa que mientras la aceituna que aún permanece en el árbol sigue aumentando en peso, no sabremos hasta la recolección si se incrementará el rendimiento graso de las mismas. En cualquier caso, ya se ha iniciado la recolección en las fincas en muchas parcelas, lo que indica que la recolección generalizada se llevará a cabo en la mayoría de las fincas durante el mes de diciembre. Tras el paso del los frentes que han traído lluvias a principios de diciembre, se ha registrado un aumento de la temperatura. Confiamos en que esta subida no se intensifique para poder tener margen de cara a la logística de la recolección.

Precios y Rendimientos.

El comienzo de la recogida de la aceituna ha puesto de manifiesto que la producción de aceite puede ser incluso peor a la del pasado año y a las previsiones recogidas en el aforo oficial, debido no solo a que haya menos kilos, sino sobre todo a los bajos rendimientos.

Si el rendimiento graso previsto de media en el aforo oficial de la Junta de Andalucía era de un 21%, se están recogiendo aceitunas con rendimientos que oscilan entre un 14 y 20%. Hay que tener en cuenta que tres puntos menos de rendimiento se puede traducir entre un 15 y un 20% menos de aceite por kilo de aceituna.

Se le suma que a pesar de que los últimos datos de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) recogían que las existencias de aceite a 31 de septiembre eran de apenas 247.284 toneladas, el precio está bajando situándose ya, esta última semana, a 7,23 euros de media el kilo de aceite.

Septiembre: unas mínimas lluvias en un momento decisivo

El mes de septiembre ha traído consigo un tan necesario alivio a un verano implacable en cuanto a temperaturas extremas, marcando así el inicio del otoño. Este periodo transicional se ha ganado el apodo de «veroño» debido a las altas temperaturas, tanto mínimas como máximas, que han predominado. La región de Andalucía, ya afectada por una prolongada sequía, se ha visto aún más afectada por estas condiciones adversas.

En el contexto del proyecto Gen4Olives, que implica la monitorización de dos fincas de olivar de secano en la comarca de Estepa, Sevilla, se han detectado varios episodios de lluvia. Para llevar a cabo este seguimiento, se ha empleado un sensor de Humectación de Hoja en lugar de un pluviómetro tradicional. Este dispositivo, que simula una hoja, está equipado con electrónica interna capaz de detectar el rocío matutino y, en el caso de lluvias ligeras, proporciona información precisa sobre el momento en que se producen.

Sensor de Humectación de Hoja
A la izquierda, pueden observar el Sensor de Humectación de Hoja, cuidadosamente colocado entre las hojas. En la parte central derecha, se encuentra el sensor de Temperatura, Humedad Relativa y Presión, que, además, nos proporciona información sobre el Déficit Hídrico en la parte aérea del olivar.

Durante el mes de septiembre, se registraron episodios de lluvia en los días 2, 3, 14, 15, 17 y 22. La lectura más alta de humedad en la hoja se obtuvo el 15 de septiembre de 2023 a las 17:42.

En contraste, los datos recogidos por la estación meteorológica más cercana indican que se registraron 66 litros por metro cuadrado, mientras que en la campiña sevillana la cifra rondó los 31 litros por metro cuadrado. Esos datos los recoge también BrioAgro a través de su fuente de datos meteorológica, que además de mostrar datos pasados, muestra predicciones para los 7/15 próximos días.

A pesar de estas precipitaciones, es importante destacar que la humedad apenas ha llegado a las raíces más profundas. De hecho, la humedad en las raíces superficiales (a 20 cm de profundidad) mostró un aumento mínimo desde el inicio hasta el final del mes:

  • – Inicio del mes: 37.23 L/m³ (litros por metro cúbico de suelo)
  • – Final del mes: 37.28 L/m³ (litros por metro cúbico de suelo)

Además de las lluvias, el mes de septiembre ya evidencia la reducción de las horas de sol, que pasaron de:

  • – Inicio del mes: 12.92 horas
  • – Final del mes: 11.82 horas

También se observa una disminución de la temperatura en las raíces, específicamente a 20 cm de profundidad, que pasó de:

  • – Inicio del mes: 29.03 °C
  • – Final del mes: 24.75 °C

Se registró un episodio mínimo de 21.64 °C el día 23.

Sin embargo, la humedad apenas se ha percibido a 40 cm de profundidad, ya que, aunque es mayor que a 20 cm, no ha alcanzado la cantidad necesaria para aumentar la humedad en ese punto:

  • – Inicio del mes: 38.57 L/m³ (litros por metro cúbico de suelo)
  • – Final del mes: 38.35 L/m³ (litros por metro cúbico de suelo)

En definitiva, este septiembre de «veroño» se atenuó con lluvias en Andalucía, aunque la humedad no llegó a las raíces profundas, si permitió dar un respiro de cara a la cosecha final.

Uso eficiente del agua en olivar

Ayer jueves 20 de julio de 2023, se llevaron a cabo unas jornadas del Uso eficiente del agua en olivar, en las instalaciones de DCOOP en el corazón de Andalucía, Antequera, Málaga, en colaboración con Cajamar. En el evento participaron más de 150 personas, y se hizo hincapié en la necesidad de mejorar las políticas hídricas, incluyendo las capacidades de almacenamiento, el uso del agua depurada y la eficiencia en el riego.

Nuestro CEO, José Luis Bustos, intervino en la mesa redonda titulada «Uso eficiente del agua de riego», donde compartió las experiencias de BrioAgro en el campo del olivar de regadío, tanto en España como en Portugal y las Islas Canarias. Durante su intervención, destacó varios casos prácticos del uso de la tecnología de BrioAgro para ahorrar agua, mostrando dos casos con ahorros del 28% y 33%, respectivamente, y un aumento del 8% en la producción. Además, presentó un nuevo indicador de rendimiento por m3 (Kg/ha/m3) para valorar el aprovechamiento del agua.

Durante el evento de uso eficiente del agua en olivar , los ingenieros agrónomos y agricultores presentes mostraron un gran interés en la tecnología y realizaron diversas preguntas y respuestas, de las cuales destacamos algunas:

  • Pregunta: ¿Cuántos dispositivos se deben colocar por finca de olivar?
  • Respuesta: Si existe uniformidad de cultivo, generalmente es suficiente con un solo sensor guía. Utilizamos imágenes satelitales para determinar en qué sector colocar este sensor guía, y luego empleamos el simulador de riego satélite para extrapolar esa información al resto de sectores. De esta manera, cada sector recibe un riego ajustado a sus necesidades, lo que nos permite ahorrar agua.
  • Pregunta: ¿Cuál es el mejor momento para regar?
  • Respuesta: La hora ideal para regar depende del tipo de suelo, el microclima y el cultivo en particular. Sin embargo, en términos generales, el cultivo demanda más agua cuando el sol está en su cenit y se despierta con la salida del sol. Por lo tanto, una buena hora para regar es al amanecer. Con los dispositivos de BrioAgro, se puede determinar con precisión el momento óptimo para el riego.
  • Pregunta: ¿Hay algún tipo de ayuda para utilizar esta tecnología?
  • Respuesta: En este momento, el Kit Digital está acercando la digitalización a los agricultores. Les animamos a contactarnos para verificar la disponibilidad de fondos, ya que en la mayoría de los casos, hay financiamiento disponible.
  • Pregunta: ¿Y si tengo olivar de secano?
  • Respuesta: Si bien BrioAgro es especialista en riego, actualmente estamos trabajando en fincas de olivar de secano en Estepa, Sevilla, donde estamos evaluando diferentes técnicas de retención de agua que muestran resultados prometedores. Estamos a la espera de la confirmación de fondos de los Digital Innovation Hubs, lo que nos permitirá probar y acreditar con nuestros dispositivos estos resultados positivos. Dado que algunos agricultores no tienen acceso a un pozo o a agua de una comunidad de regantes, es crucial buscar soluciones ante la sequía y años de déficit hídrico.

El CEO de BrioAgro destacó la enriquecedora experiencia en las jornadas y se sorprendió gratamente por los magníficos resultados de DCOOP. Expresó la preocupación por la falta de agua disponible para los agricultores, ya que la demanda supera la oferta, y señaló que es necesario resolver el problema del agua para satisfacer la demanda del mercado.

También se hizo mención a que la Junta de Andalucía, representada por D. Manuel Gómez Galera, Secretario general de Agricultura, Ganadería y Alimentación de la Junta de Andalucía, está comprometida con resolver el problema del agua, invirtiendo en infraestructuras y agilizando mejoras. Sin embargo, algunos agricultores y representantes de comunidades de regantes expresaron su inquietud por la lentitud en los procesos administrativos y de ejecución de estas obras, lo que retrasa su puesta en marcha.

BrioAgro, en este sentido, ofrece su solución como una parte del conjunto de soluciones necesarias para enfrentar el problema del agua, y destaca que su tecnología puede ser implementada de manera inmediata para empezar a ahorrar agua desde el primer día. José Luis Bustos apoyó las nuevas inversiones para resolver el problema a largo plazo, pero instó a los olivicultores a abordar el problema desde el presente.

Sensores instalados en el proyecto Gen4Olives

Gen4olive es un proyecto del #H2020 que tiene como objetivo acercar los recursos genéticos del #olivo a los productores y olivicultores. Se centra en las variedades de olivo de secano resistentes a las condiciones más exigentes.
El 28 de noviembre de 2022 fue la fecha elegida para realizar la instalación de dispositivos de medición y monitorización. Los dispositivos colocados por BrioAgro son un modelo denominado ViTA, configurado a medida para las necesidades del proyecto.


El DSB ViTA ( o Dispositivo de Seguimiento ViTA), es un datalogger alimentado con energía solar y con distintos sistemas de comunicaciones (Sigfox, Lora, LTE-M, Narrow Band o 3-4G), el sistema emplea el que mejor cobertura da. Como BrioAgro trabaja con multioperador, siempre recibe la mejor señal, independientemente de la compañía que tenga la torre repetidora más cercana.

En ambos casos a ese ViTA se le han conectado los siguientes sensores:
SUELO.

  1. Sensor de Humedad a 40 cm de profundidad
  2. Sensor de Humedad a 20 cm de profundidad
  3. Sensor de temperatura a 20 cm de profundidad
    La temperatura la medimos en ºC, mientras que la humedad de suelo la medimos por un lado en Litros/m3 (La cantidad de litris que hay en un m3 de suelo) y por otro en % respecto a la capacidad de campo, siendo 100% el valor de Capacidad de Campo y 0% el de Punto de marchitez permanente.
    Para aplicar esos valores relativos, se precisa hacer el protocolo de calibración de suelo de BrioAgro, que emplea un algoritmo probado en todo tipo de cultivos, suelos y microclimas, para establecer los valores exactos.
    SUPERFICIE. AMBIENTE.
  4. Temperatura (ºC)
  5. Humedad Relativa (%)
  6. Déficit Hídrico (g H2O/kg aire)
  7. Presión (mBar)
  8. Humectación de Hoja (%)
  9. Integral térmica activa (ºC)
  10. Integral térmica efectiva (ºC)
  11. Horas de frío acumuladas (ºC)

Finca nº 1. Variedad Arbequina: Lora de Estepa, 41564, Sevilla, Andalucía, España

Se instala justo en el momento de recolección, el sector donde se colocó el sensor se recolectó días antes.

Finca nº 2. Manzanilla: Estepa, 41560, Sevilla, Andalucía, España

Se instala justo semanas después de la recolección, en esta finca además de la colocación de sensores se colocó una cámara de vídeo preparada para la intemperie de alta resolución y rotación de 330º.

Cámara 330º al fondo, sensores a la derecha.

Monitorización satélite sectorizada.
BrioAgro proporcionará al proyecto GENOLIVE además los datos recopilados fruto del seguimiento a través del Satélite Sentinel de 15 indicadores, que se refrescan cada 5 días, con una resolución de 10 x 10 m por pixel. Son los siguientes indicadores:
1 GNDVI, 2 MSAVI, 3 MSAVI2, 4 NDII, 5 NDMI, 6 NDRE, 7 NDVI, 8 NDWI, 9 NDWI2, 10 RECI, 11 SAVI, 12 SIPI1, 13IPI3, 14 TCARI/OSAVI, 15 TSAVI.

España ya era una potencia en el aceite de oliva en el siglo II

La historia no para de reconocer la experiencia que desde siglos ha tenido España en la elaboración de aceite de oliva.

Si algún día visitan Sevilla, podrán encontrar a los pies de la Giralda una prueba de la potencia de Hispania en esta producción y comercio, más concretamente la que tenía como origen la BAETICA, la actual Andalucía.

Lápida con inscripción en latín en la base inferior derecha de la Giralda de Sevilla.
RIPAM BAETIS (La ribera del río Betis, el actual Guadalquivir)

La inscripción data de la segunda mitad del siglo II d.C. (CIL II, 1180), homenajea al caballero Sextus Iulius Possesor, hijo de Iulio, haciendo un repaso exhaustivo del curriculum existencial que había acumulado a lo largo de toda una vida repleta de cargos y responsabilidades; entre los cuales el de ayudante del prefecto de la annona, comisionado por el Estado para garantizar el abastecimiento de aceite de oliva bético y africano a Roma, y el de PROCURATOR AD RIPAM BAETIS. Este último cargo lo hacía responsable de regular y sustentar la navegabilidad del futuro Guadalquivir, de sus diques, sus puertos y sus canales contrarrestando de paso las consecuencias más o menos desastrosas de las inundaciones periódicas; de garantizar el carácter público de la vía fluvial y de mantener el buen estado de sus riberas e instalaciones portuarias; de conservar limpio y bien drenado el cauce, en un río de amplísima morfología que arrastra mucho lodo y tiene una madre bastante inestable; del correcto mantenimiento de los caminos de sirga, y de pagar y controlar a los mercaderes del aceite de oliva, envasadores, transportistas y corporaciones de barqueros (scapharii), directamente bajo su jurisdicción. Fueron éstos, en concreto, quienes le dedicaron el homenaje en Hispalis por la honradez desplegada en el ejercicio de sus funciones.

Mapa de la BAETICA (Gran parte del territorio actual de Andalucía)

Hay otras muchas pruebas que se han encontrado en los sellos de las ánforas romanas de aceite de oliva, como la que se muestra en la imagen inferior, donde, no sin dificultad, se puede leer: P O R P A H

P O R P A H – Inscrito en el asa de una ánfora de aceite de oliva romana.
  • POR, es posible que hiciera referencia a Portus o su almacén de aceite
  • PAH, es posible que hiciera referencia a Publius Haelius Adriano, el padre del emperador Adriano

Es decir, posiblemente la fuente de riqueza de la familia del posterior emperador Adriano, tendría su origen en los olivos de la Bética y las ganancias del aceite de oliva suministrado a Roma desde Hispania.

Ya saben, la próxima vez que visiten Sevilla, no dejen de hacerse una foto junto a la Giralda, y ya pueden contar una historia tan interesante como esta al identificar la base de la conocida como Giganta.

Fuente: academia.edu

Mapa de la España agrícola

La España agrícola: ¿qué se cultiva y dónde? comarca a comarca.


Si bien la tierra cultivada en España es insuficiente para abastecer el consumo del país, según indicaba el estudio titulado ‘Land embodied in Spain’s biomass trade and consumption (1900–2008): Historical changes, drivers and impacts’ publicado en la revista Land Use Policy. El estudio detallaba que la superficie cultivada en España en el año 1960 era de 20,4 millones de hectáreas (Mha), mientras que en 2008 ocupaba 17,3 Mha.
En los últimos 12 años, se ha revertido la situación, según el último Censo Agrario 2020 publicado por el Instituto Nacional de Estadística este año, la superficie cultivada en España asciende a 23,9 millones de hectáreas (Mha).

Casi una de cada dos hectáreas del territorio español se dedica a la agricultura, incluyendo pastos permanentes y barbechos.

Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos. Ministerio de Agricultura


De la llamada Superficie Agrícola Utilizada (SAU), casi la mitad es “tierra arable”, una denominación que engloba los cultivos herbáceos, como los cereales, pero también las tierras que están en reposo. Le siguen los pastos y los cultivos leñosos como el olivar (10,3%), los frutales (5,4%) y los viñedos (3,6%). Los invernaderos, con sus cerca de 65.000 hectáreas, solo suponen el 0,27%, pero desde 2009 su superficie ha crecido un 42%.

El Censo Agrario del INE -que se realiza cada 10 años para evaluar la situación del campo y que sirve de base para la aplicación de la PAC (Política Agraria Común)- permite analizar la distribución de la tierra en cada una de las 326 comarcas agrícolas en las que se divide España, para ver dónde están las mayores extensiones de cada tipo de superficie en cifras absolutas. Así, por ejemplo, la comarca con mayor superficie dedicada a cultivos de tierra arable es La Campiña, en Sevilla, mientras que la de Cáceres es la que más extensión suma de pastos permanentes en el conjunto de España.

La foto fija que da el Censo Agrario se complementa con la evolución año a año que dibuja la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos que publica el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. La estadística del ministerio muestra que, entre 2004 y 2021, la superficie destinada a cereales y viñedos ha descendido, mientras que ha aumentado la dedicada a frutales y olivar.

Dentro de los cultivos no tan comunes algunas de las mayores subidas se han producido en colza y pistacho, aunque en el conjunto del país sean aún cultivos poco extendidos. Por cada hectárea de colza cultivada hay más de siete de girasol.

La foto fija que da el Censo Agrario se complementa con la evolución año a año que dibuja la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos que publica el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. La estadística del ministerio muestra que, entre 2004 y 2021, la superficie destinada a cereales y viñedos ha descendido, mientras que ha aumentado la dedicada a frutales y olivar.

Dentro de los cultivos no tan comunes algunas de las mayores subidas se han producido en colza y pistacho, aunque en el conjunto del país sean aún cultivos poco extendidos. Por cada hectárea de colza cultivada hay más de siete de girasol.

Fuentes: Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos. Ministerio de Agricultura y RTVE

Cómo afecta el cambio climático en el sabor y poder nutricional de los vegetales

Interesante artículo de análisis de las alteraciones que está produciendo el Cambio Climático en 10 alimentos que examinamos.

Las manzanas son menos crujientes, las lechugas más amargas, las uvas más ácidas… El calentamiento global ya está afectando al sabor, la forma y el poder nutricional de las frutas, verduras y legumbres que comemos. Y el proceso no ha hecho más que empezar.

Fuente: Daniel Méndez para XLsemanal

El cambio climático sabe a manzanas más dulces pero mucho menos crujientes. A lechugas más amargas. Incluso a un vino menos ácido y con más alcohol. La temperatura ya ha subido un grado con respecto a la media de la era preindustrial, pero además el cambio climático arrastra cambios bruscos de temperatura, sequías… Sumemos a esto los gases de efecto invernadero y nos encontramos ante un fenómeno complejo que afecta ya a frutas y verduras. Para sobrevivir a estas mudanzas, las plantas pueden reducir su tamaño, retrasar o adelantar la floración, madurar antes sus frutos… El ciclo biológico de muchas especies se está alterando y, por tanto, su calidad.

Las alubias que crecen a una temperatura diurna de 27 grados, y nocturna de 22, son mucho más pequeñas que las que crecen a seis grados menos. Periodos breves de calor provocan que los guisantes aceleren su maduración, lo que, de nuevo, lleva a productos de menor tamaño. La lechuga puede desarrollar una cabeza hinchada y menos densa, al tiempo que muestra síntomas de clorosis (ausencia de clorofila) y un incremento de los compuestos de sabor amargo. Pueden aparecer hojas quemadas, algo que también se observa en el brócoli o el repollo.

Y a menudo no se trata solo de que sean más feos, sino que además pueden ser menos sanos: el tomate que crece a una temperatura demasiado elevada tendrá menos macronutrientes y menos carotenoides, un pigmento antioxidante que ayuda a mantener la presión arterial o a combatir el cáncer.

Algunos estudios apuntan a que la producción de vino puede hacerse inviable en el sur de Europa y desplazarse al norte

Aunque no todo son malas noticias. El estrés térmico, por ejemplo, hace que la lechuga tenga «más lactonas, que son conocidas como ibuprofenos naturales», explica Aurora Díaz, del Instituto Agroalimentario de Aragón. Dan un sabor amargo al vegetal, pero son beneficiosas para la salud. «Desde hace unos años, hemos apostado por variedades menos amargas de verduras y quizá deberíamos replanteárnoslo», reflexiona la investigadora.

Para hacer frente al cambio climático, Díaz propone investigar variedades más resistentes al calor y al estrés hídrico y, también, volver la mirada a las variedades silvestres, supervivientes por naturaleza que podrían esconder muchas claves para adaptar nuestros cultivos a una situación cambiante. «Un efecto que ya estamos viendo es la falta de frío invernal –explica Javier Rodrigo, del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (CITA) de Aragón–. Los árboles frutales de zona templada se han adaptado para sobrevivir a las bajas temperaturas del invierno.

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Pánico en el campo. Desde el olivo hasta el pistacho, pasando por cereales o verduras, el mapa peninsular de huertas y plantaciones está cambiando y algunos cultivos dejarán de ser viables en determinadas zonas.

Cuando se les cae la hoja, entran en un estado de reposo que les permite aguantar a 20 grados bajo cero. Y necesitan de ese frío para florecer». Ocurre que, con el incremento de la temperatura, tardan más en acumular ese frío que requieren para el correcto desarrollo de la flor. Y, por tanto, el ciclo se retrasa: tardan más en desarrollar la flor. Él lo ha visto en los cerezos que cultiva en su huerto experimental.

Ocurre, además, que hay variedades que no se bastan por sí solas: necesitan de lo que se llama polinización cruzada; es decir, del polen de otra variedad distinta para reproducirse.

Pero ¿qué pasa si reaccionan de manera diversa a los cambios de temperatura? Que ya no florecerán a la vez. «Siempre les decimos a los agricultores que planten variedades compatibles y que coincidan en floración. Ahora lo completamos con un dato: deben tener unas necesidades de frío parecidas».

No solo son más feos, sino que pueden ser menos sanos: el tomate que crece con mucho calor tiene menos nutrientes y sustancias que protegen contra el cáncer

Lo que explica el experto sobre los cerezos podemos llevarlo a otras especies. Desde el olivo hasta el pistacho, pasando por cereales o verduras. El mapa peninsular de huertas y plantaciones está cambiando y algunos cultivos dejarán de ser viables en determinadas zonas. Se está viendo ya con la vid. Las altas temperaturas, unidas a elevadas concentraciones de CO2 en la atmósfera, han alterado el sabor de la uva: más ácida y con más azúcar. Los estudios más pesimistas sostienen que, en unas décadas, las regiones del sur de Europa serán demasiado calurosas para la producción de vino, que se podría ver desplazada hacia el norte.

Otro tanto ocurre con cultivos de secano, como el trigo o el maíz. Un estudio afirma que la producción en el sur de Europa habrá caído a la mitad en 2050. Más allá de esta variación regional, ya se ve un cambio en las características organolépticas de ciertos cultivos. Un estudio evaluó cómo se habían alterado las manzanas Fuji y Tsugaru, dos variedades muy populares en Japón. Observaron que en 40 años habían ganado en dulzura, pero perdido acidez y dureza. Unos cambios que, al producirse paulatinamente, habrían pasado desapercibidos para el consumidor.

«Pero si pudieras probar una manzana recolectada hace 30 años, percibirías la diferencia», asegura Toshihiko Sugiura, el especialista a cargo del experimento. Lo mismo podemos decir de las zanahorias, que han perdido sabor, o de la col, más amarga; la berenjena crece con mayores deformidades, lo que, como mínimo, afecta al valor del producto a la hora de venderlo. A cambio, productos como la batata o el mango podrían ganar protagonismo en regiones donde hasta ahora apenas se cultivaban.

10 ALIMENTOS A EXAMEN

Trigo

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• La falta de lluvia y las altas temperaturas registradas a principios de mayo han reducido la cosecha de este año en España. En la India, segundo productor mundial, la situación ya es tan alarmante que el país ha prohibido las exportaciones.

• La escasez de precipitaciones en primavera ha hecho que el cereal crezca menos y las altas temperaturas están reduciendo la concentración de almidón, importante fuente de energía en nuestra dieta.

• A cambio, la mejora genética ha duplicado la productividad del trigo en los últimos 50 años. Ya se está trabajando en variedades resilientes al cambio climático.

Cítricos

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• Las altas temperaturas hacen que la planta no complete el ciclo de frío durante el invierno y el fruto pierde consistencia. Se desprende la piel de la pulpa y es más vulnerable.

• La falta de agua, además, provoca acidez y una piel pálida y menos gruesa.

• A cambio, una buena noticia: ante la falta de agua, el fruto puede reaccionar con mayor concentración de sorbitol, un edulcorante natural que favorece el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino.

Manzana

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• El frío es fundamental para los manzanos y los perales. Según la variedad, necesitan entre 500 y 1500 horas de frío. De ello depende el tamaño de la fruta y su firmeza.

• En el norte de Europa, el calentamiento ha adelantado la floración. En el Mediterráneo, las variedades que más frío necesitan muestran una floración incompleta y se pierde el fruto.

• El calentamiento provoca también una pigmentación pobre en la piel y reduce la presencia de antocianinas, responsables del color rojo del fruto y beneficiosas para nuestra salud.

• Una buena noticia: según un estudio realizado el año pasado en Asturias, el incremento de 0,30 grados centígrados por década en la región desde 1978 no ha afectado a los manzanos. Las variedades locales se han podido adaptar.

Uva

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• El cambio climático ha acelerado sus ciclos anuales y eso afecta a la composición química de la uva y también al sabor del vino: menor acidez, más alcohol y mayor proliferación de microorganismos y micotoxinas (producidas por hongos).

• La escasez hídrica también tiene como consecuencia que las uvas sean pequeñas y con alta concentración de fenólicos (dan color al vino y afectan a su calidad). Y también que tenga menor concentración de ácidos málicos.

• El resultado es que el cultivo de la vid ya se está desplazando al norte o a plantaciones más elevadas.

• No todo son malas noticias. Las altas temperaturas y la falta de agua provocan que el fruto acumule antocianinas, que actúan como antioxidantes y protegen a la uva del calor.

Tomate

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• La producción global de tomate se ha triplicado en las últimas cuatro décadas. Pero en Europa está disminuyendo. En países como Reino Unido ha habido periodos de escasez (y precios por las nubes). Así que los científicos están diseñando variedades resistentes al calor.

• El problema es que las altas temperaturas, aquellas superiores a 35 grados, disminuyen la viabilidad del polen y reducen la floración. Eso se traduce en un menor rendimiento de los cultivos y un color menos intenso.

• El área mediterránea sigue siendo óptima para el crecimiento del tomate. No ocurre lo mismo con el norte de África, salvo la franja costera.

• El ambiente seco y las altas temperaturas provocan plagas. En Mallorca llevan años sufriendo la invasión de la oruga del tomate, Manduca quinquemaculata.

Lechuga

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• Cuando la temperatura supera los 30 grados, se producen quemaduras o necrosis en los extremos de las hojas. Por eso, ya se observa en España un desplazamiento de los cultivos hacia el norte.

• La lechuga también necesita cambios notables entre la temperatura diurna y nocturna. Si no, desarrolla clorosis (es decir, ausencia de coloración verde por carencia de clorofila) y acumulación de compuestos de sabor amargo… que a menudo son saludables.

• Al tener raíces pequeñas, es muy vulnerable a la falta de agua. Para combatirla, la planta desarrolla compuestos saludables como los polifenoles.

• Se está trabajando ya en la edición génica de lechugas. En la actualidad se usan semillas que permiten completar ciclos cortos de cultivo de lechugas: listas en 30 días.

Zanahoria

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• Esta hortaliza necesita agua en abundancia. Así que en años de escasas precipitaciones tiene menos sabor y una textura menos crujiente.

• Las temperaturas elevadas hacen que sean menos dulces. Y un exceso de agua como el que pueden provocar lluvias torrenciales lleva a la aparición de grietas.

Melocotón

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• Como el resto de árboles de hoja perenne, necesita una buena dosis de frío en la fase invernal de reposo. En regiones como el sur de Estados Unidos ya se está viendo amenazado su desarrollo. También en España, Italia o Francia.

• La falta de agua aumenta la concentración de compuestos bioactivos y de glucosa y fructosa, lo que se traduce en melocotones más dulces. Pero también en frutos más pequeños y ciclos de maduración alterados.

• Una elevada exposición al CO2 aumenta la concentración de sucrosa, lactona y norisoprenoides en el fruto: todos estos compuestos contribuyen a un sabor agradable.

Kiwi

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• El año pasado, la producción de kiwi en Europa fue de 700.000 toneladas: un 3 por ciento menos que en 2020. Desde 2015 se ha perdido un 15 por ciento de producción. ¿Motivo? Heladas primaverales y la enfermedad llamada ‘moria del kiwi’ en Italia, principal productor europeo.

• Las altas temperaturas veraniegas también han afectado a su producción. Provocan un deterioro de las raíces y se traducen en plantas más grandes, pero con menos frutos. Y menos flores en la temporada siguiente.

• Es una planta muy sensible al estrés hídrico, que provoca una menor concentración de sodio, que regula la concentración de líquidos en la planta (y en nuestro organismo).

Aceituna

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• El aumento de temperatura acelera los ciclos, lo que obliga a una cosecha temprana, con un nivel de madurez más bajo. Y una aceituna de peor calidad y de menor tamaño.

• El olivo es muy tolerante a la falta de agua. Da lugar, incluso, a un aceite de mejor calidad siempre que el estrés hídrico no sea excesivo, lo que conduce a un aceite más amargo y con menor contenido en ácido oleico y aromas.

• Las altas temperaturas en verano, momento en que se desarrolla el fruto, provocan una reducción de proteínas en la aceituna.

• La viabilidad del olivar depende mucho de su variedad. La hojiblanca, la manzanilla, la picual o la nevadillo están ya amenazadas en Andalucía debido a la ausencia de horas de frío en invierno y a la falta de precipitaciones en verano.

Sandía

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• Es originaria del desierto de Kalahari (donde crece todavía de manera silvestre) y estaba ya presente en el Antiguo Egipto. Esto da muestra de su resistencia al calor. De hecho, las altas temperaturas refuerzan su sabor dulce.

• Pese a su elevado contenido de agua, siguen siendo apuesta segura en climas áridos y semiáridos, como Marruecos.

• En los últimos lustros se han sustituido múltiples variedades locales por otras genéticamente modificadas al gusto del consumidor: más pequeñas, dulces y sin semillas. Pero menos adaptadas a las condiciones climáticas presentes y futuras.

El 77% de la superficie regada en España utiliza sistemas eficientes

La superficie regada en España se mantuvo prácticamente estable en 2020, alcanzando 3.831.181 hectáreas (+0,06% respecto a 2019 y +1,5% respecto a 2018), un 77% de las cuales corresponden a riego eficiente, según los datos de la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de cultivos en España (Esyrce) del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Así, los riegos más eficientes alcanzaron en 2020 las 2.943.088 hectáreas. De esta superficie, 2.058.322 ha corresponden a sistemas de riego localizado y 884.766 ha al grupo constituido por aspersión y automotriz. Por otro lado, 888.094 hectáreas aún se riegan por gravedad.

El sistema que más ha crecido en los últimos años ha sido el riego localizado (26,37%), implantado en 429.617 hectáreas nuevas desde el año 2010, (en consonancia con las políticas de uso eficiente del agua*para revista+corto). Esta evolución hacia el riego localizado es coherente con las políticas desarrolladas en los últimos años para lograr una agricultura más sostenible a través de un uso más eficiente del agua.

Por regiones, Canarias es la comunidad autónoma que tiene más superficie de cultivo regada en relación a su superficie total, seguida de la Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Cataluña y Andalucía. Las comunidades que presentan mayor superficie de regadío total son Región de Murcia, Andalucía y Comunidad Valenciana.

En cuanto a los sistemas empleados por tipos de cultivos, en el grupo de hortalizas destaca el sistema de riego localizado, con un 52,15%, que incluye la superficie de invernadero. En este grupo también tienen relevancia el riego por aspersión (21, 51%), el automotriz (14,22%) y el riego por gravedad (12,13%).

Por último, entre los leñosos más regados se encuentra el almendro, que casi ha triplicado su superficie regada desde el año 2015 debido al auge de la implantación de este cultivo.

Este estudio de superficie regada en España actualiza el análisis de los regadíos agrícolas españoles al periodo 2010-2020, cuyos resultados permiten caracterizar el sistema/tipo de riego en España. Por una parte se establece la relación entre el sistema de riego en relación con los distintos sectores agrícolas y por otra se estudia la distribución de estos sistemas de riego en las comunidades autónomas.

BrioAgro contribuye a la realizar el riego de una manera mucho más eficiente, aplicándolo justo cuando lo necesita el cultivo. Un riego responsable, que ahorra recursos y costes a agricultor, que maximizando cada gota de agua y fertilizante.

BrioAgro contribuye a la realizar el riego de una manera mucho más eficiente, aplicándolo justo cuando lo necesita el cultivo. Un riego responsable, que ahorra recursos y costes a agricultor, que maximizando cada gota de agua y fertilizante.

BrioAgro, la empresa que se lo pone fácil y barato a los agricultores

El informe completo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se puede consultar en el en enlace: Encuesta sobre Cultivos y Rendimientos de Cultivos. Informe sobre Regadíos en España, año 2020

Fuentes:

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